Toman en Oaxaca clases en autobús

AutorVirgilio Sánchez

Corresponsales

OAXACA.- En la escuela "Insurgentes de la Paz" los alumnos de quinto grado y tercero de preescolar estudian en dos viejos camiones de transporte público.

El plantel se ubica en la agencia municipal de Pueblo Nuevo, a menos de 20 minutos de la capital oaxaqueña, y consta de seis aulas de lámina y carrizo, y los dos cascarones de camión.

Ahí estudian, casi a la intemperie, 84 niños: 26 en el nivel preescolar, y 58 en primaria.

Leyver Alberto Sibaja Martínez, profesor fundador de la escuela, cuenta que cada camión tuvo un costo de 4 mil pesos, los cuales fueron aportados por los maestros y padres de familia.

"Se compraron dos autobuses, porque no fueron donados, igual por ver las necesidades que había (a causa) del frío", externa.

Y es que cuando se abrió la escuela, las primeras aulas tenían techo de lona y paredes de carrizo.

Después, detalla, comenzaron a construir aulas de ladrillo y techo de lámina.

"Las paredes eran de ladrillos o blocks, que eran de la construcción cercana, que fue de la agencia municipal que apenas estaba en construcción. Nosotros los tomamos para hacer las pequeñas paredes", recuerda.

A pesar de los esfuerzos, el plantel, que tiene 5 maestros de primaria y 2 de preescolar, no cuenta actualmente con los servicios de agua potable, energía eléctrica y drenaje.

"Aquí un clavo nos sirve y es de maravilla para cualquier construcción. Las paredes son de triplay, las láminas fueron donadas.

"Nosotros nos hemos encargado de traer material, incluso, de nuestras casas, y también con la ayuda de los padres de familia", señala Leyver.

El inmueble está asentado en un predio de aproximadamente 900 metros cuadrados, el cual fue donado por los colonos.

Los niños de primaria que reciben clases en los camiones se sientan en las bancas que aún se conservan en la unidad.

Los libros y cuadernos los recargan en sus piernas. Algunos metieron pupitres.

Ana Cruz, profesora de preescolar, expone que el mobiliario del plantel es de segunda mano y, en algunos casos, fabricado por ellos mismos con desechos de madera y metal.

"Del IEEPO (Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca) no hemos recibido ningún apoyo", apunta.

En el caso del material didáctico, agrega la maestra, la situación es similar. Las hojas, colores, pinturas y papales han sido aportados por ellos o los padres de familia.

A pesar de las carencias, Leyver Alberto Sibaja -quien da clases a los alumnos de quinto y sexto grado, consiguió a través de amigos la...

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