Toman las mujeres el silbato

Cuando la autoridad se viste de mujer suele despertar diversas emociones, y más sobre la alfombra verde de un escenario deportivo. Desde el guiño de un ojo, hasta el insulto más arraigado de la idiosincrasia nacional, pasan por sus sentidos, siempre alertas a la hora de usar el silbato.

Son mujeres y son árbitros de futbol. El mes pasado, tres féminas recibieron el gafete internacional de FIFA, hoy lo pueden presumir con la ilusión del día en que debutarán en el máximo circuito.

Jessica Jaime Uribe, Verónica Brito y Quetzalli Alvarado se maquillan para el desafío, sin importar que el sudor les recuerde dónde están paradas ahora.

"Siempre quise ser árbitro, de los que salen en la tele, me puse mis pantalones y dije 'quiero ser árbitro'.

"Esta trayectoria ha sido complicada, desgastante, soy la segunda mujer profesional, es abrir puertas, hacer los trabajos lo mejor, porque cualquier error se nota más, no juzgan al árbitro, juzgan a la mujer", explicó Jessica Jaime previo a su práctica en el Bosque de Tlalpan.

Sin perder el toque de su condición femenina construyeron una imagen de autoridad, que cuesta conformarla en un ámbito de machismo a ultranza.

"Me considero de los árbitros estrictos", afirmó Brito entre risas, "a veces cuesta trabajo imponer la regla porque a uno lo catalogan como muy tajante de la regla, uno sanciona lo que es la regla pero el jugador lo siente muy agresivo porque ignora la misma regla".

Los pasajes no están ausentes, chuscos y hasta hirientes, pero ellas aprendieron a sortearlos, a gozarlos incluso.

"Hay desde premios hasta insultos, hay jugadores que dicen muy bien, hasta los que dicen 'qué haces aquí, vete a lavar los trastes', pero eso me da risa, antes me daba coraje, pero son cuestiones de género.

"Una ocasión me gritaron que me fuera a lavar los trastes, porque esto (el futbol) no era para viejas, porque un jugador salió llorando, con una falta, curioso, porque le dije 'vete tu, porque ésto no es para viejas'", agregó Verónica, quien quería ser basquetbolista.

Hasta se dan el lujo de usar su sexto sentido o su coquetería para complementar su labor, porque ser mujer tiene sus ventajas.

"La sociedad...

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