TOLVANERA / Vacío
| Autor | Roberto Zamarripa |
Pangas varadas, redes tendidas, anzuelos caídos. Y los pescadores furibundos en posición de batalla en el Alto Golfo de California. Atisban a los barcos San Simón y Farley Mowat, embarcaciones de la organización ecologista Sea Shepherd, cuyos tripulantes están dispuestos, a su vez, a desmontar redes ilegales donde quedan atrapadas totoabas y vaquitas marinas, largas especies que se encuentran en extinción.
La pesca furtiva de totoaba es estimulada por grupos de crimen organizado que venden el producto en miles de dólares a compradores estadounidenses y chinos.
Presiones del gobierno estadounidense de Barack Obama, y de grupos ambientalistas, llevaron hace dos años al gobierno de Enrique Peña a decretar una veda para la pesca en el Golfo de California. La veda expira este abril.
Los barcos de Sea Shepherd navegan para combatir la pesca ilegal; las lanchas y pangas de los pescadores no tienen permiso de salir.
"La pregunta del millón es ¿por qué a ellos sí les permiten violar la ley, las reglas, pero se dan golpes de pecho cuando nosotros les pedimos de favor que nos permitan pescar la curvina sin el manifiesto de impacto ambiental, a nosotros sí nos quieren aplicar la ley al 100 por ciento y ellos pueden venir a violentar la Constitución?", reclamó Antonio Sunshine Rodríguez, líder de los pescadores. (Reforma, 31/03/17).
Para Sea Shepherd, los pescadores e indios cucapá simplemente son "asesinos" de animales.
El gobierno federal decretó la veda pero no desmontó los cárteles ni encarceló a traficantes. Tampoco garantizó apoyos para la subsistencia de los pescadores, quienes siguen a la deriva.
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Indios na savi de la comunidad Juquila Yucucani en la Mixteca guerrerense encarcelaron al alcalde de su municipio, Tlacoachistlahuaca, Javier Carmona; para liberarlo le reclamaron una indemnización de un millón y medio de pesos por la destrucción, de parte del Ejército, de los sembradíos de amapola de la región, pero también porque fueron destruidas cosechas de alimentos (Reforma, 30/03/17).
Tlacoachistlahuaca es uno de los municipios más pobres del país. Los indios de La Montaña están atrapados por las mafias del crimen organizado que les pagan mejor por cultivar amapola que lo que pueden obtener por magras cosechas de maíz.
Es en Guerrero, una entidad ayuna de gobierno. Ahí donde el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, subió a la sierra para hablar con los capos del crimen.
"La gente se siente mucho más protegida con...
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