TOLVANERA / Tapetes

AutorRoberto Zamarripa

"No saben qué hacer con la papa caliente. Yo sí sé qué hacer con ella: hay que enfriarla", dijo el 29 de noviembre del 2011 durante un encuentro con trabajadores de la quebrada Mexicana, Felipe Consuelo Soto, Juez Décimo Primero de Distrito en materia civil.

Y a eso se dedicó el juez con su conciencia a cuestas: a dilatar el proceso del concurso mercantil de Mexicana de Aviación en abierto favorecimiento a una de las partes, hasta que el asunto reventó. Acreedores de Mexicana promovieron quejas administrativas contra Consuelo, tanto el Aeropuerto Internacional (AICM) y Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) como Banorte, pues se decían perjudicados por la prolongación que consideraban indebida del concurso mercantil.

Consuelo fue acusado de tener actitudes parciales en el juicio. El 10 de agosto pasado fue removido a otro juzgado por una decisión del Consejo de la Judicatura Federal (CJF). Él alegaba injusticias contra los trabajadores, sus detractores alegaban parcialidad en sus juicios.

La procuradora general de la República, Marisela Morales, a su vez, ha desatado una cruzada contra los jueces que considera han incumplido su función de impartir justicia y se han dedicado a favorecer a una de las partes a cambio, según sus indagatorias, de jugosas ganancias particulares.

Su encono hacia una buena cantidad de impartidores de justicia que desde sus épocas como fiscal en la Subprocuraduría de Delincuencia Organizada le han dado reveses a sus consignaciones, ha llevado a una confrontación entre los titulares del Poder Ejecutivo y Legislativo. El presidente Felipe Calderón tampoco ha tenido empacho en señalar omisiones de juzgadores o francas complicidades con el crimen organizado al grado de hacer saber que si algún obstáculo tiene la estrategia contra el crimen está en las rejillas judiciales.

Morales ordenó catear un juzgado en Veracruz como parte de una indagatoria por intentar alterar fechas de una orden de aprehensión. También ha ido contra secretarios de juzgado a los que acusa de franca obstrucción de la justicia.

El Poder Judicial tiene un Código de Ética que obliga a la independencia, la imparcialidad, la objetividad, el profesionalismo y la excelencia del juzgador.

Siempre será derecho de alguna de las partes exigir que el árbitro ostente y cumpla con un comportamiento ejemplar y sea eminentemente justo.

Si el juzgador tiene un conflicto de interés con las partes bien puede abstenerse de participar en el caso correspondiente y si...

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