TOLVANERA / ¡No!
Autor | Roberto Zamarripa |
Otra vez lecciones desde Colombia. La paz votada al salir de las urnas resultó en pólvora y cenizas.
Un puñado de votos, acaso 60 mil, resultaron suficientes para determinar la negativa popular a la firma de la paz entre el gobierno colombiano que preside Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC.
A la esperanza la derrotó la venganza, el miedo, la ignorancia.
El mapa de la decisión colombiana ubica el voto mayoritario por el sí a la paz en las zonas donde la guerrilla sembró terror, postró comunidades; la negativa se esparció como murmullo en las zonas urbanas, desarrolladas, distantes de la pobreza rural y social, del rezago que provoca la mismísima guerra y la muerte.
¿Por qué los que sufrían la guerra en carne propia votaron por el sí y los que vivían una relativa paz votaron por el no?
Entidades como Antioquia, donde está la próspera Medellín, que habían sorteado ya hace años los peores estragos del narcoterrorismo o de las amenazas de las FARC, resultaron las principales opositoras al acuerdo de reconciliación. Veían, paradójicamente, en el acuerdo una amenaza a sus condiciones de estabilidad recientemente adquiridas.
El No es un golpe directo a la legitimidad del gobierno de Juan Manuel Santos y a la dirigencia de las FARC. Fortalece a los sectores intolerantes y reabre posibilidades de violencia. El No deja en el aire el cese del fuego, la tregua que animaba.
Por obligada circunstancia, la evolución de negociaciones y los acuerdos entre las FARC y el gobierno colombiano fueron mantenidos en secreto durante cuatro años. Su difusión y debate fueron escasos. La contracampaña desatada por sectores belicistas, encabezados por el ex presidente Álvaro Uribe se impuso en un entorno de información difusa y confusa.
Una lección clara es que los procesos políticos obligan a la transparencia y al debate continuo, intenso, persuasivo y persistente.
Baste ver prejuicios que incidieron de manera importante en el voto negativo de los colombianos.
Uno fue un debate aparentemente colateral sobre el respeto a la diversidad sexual. Resulta que en 2015 la Corte, en su sentencia T478 del 2015, ordenó al Ministerio de Educación Nacional implementar el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y revisar de forma "extensiva e integral...
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