TOLVANERA / Halconcitos
| Autor | Roberto Zamarripa |
El lunes 20 de junio reunidos en un salón de la residencia oficial de Los Pinos, secretarios de Estado, voceros y asistentes manotearon y gritaron. Imaginaban al Presidente frente a una celada.
El subsecretario de Gobernación Juan Marcos Gutiérrez había informado al presidente Felipe Calderón y sus cercanos colaboradores de los acuerdos tomados en Bucareli con los representantes del Movimiento por la Paz, encabezado por Javier Sicilia. Gutiérrez informó que había sido pactado un encuentro abierto, en el Museo de Antropología, sentados frente a frente víctimas y gobernantes, y una lista de 35 dolientes que hablarían uno a uno de los estragos de la narcoviolencia y la confrontación del gobierno contra el crimen organizado.
Uno de los más nerviosos en el encuentro informativo de Los Pinos era el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna. Otro era Heriberto Félix Guerra, secretario de Desarrollo Social. Ellos y otros desacreditaron las negociaciones de Gobernación y preguntaron sobre garantías. "¿Y si llegan los del SME?", espetó uno de los funcionarios enojados.
Lo bordado en Bucareli fue deshilado en Los Pinos. El secretario de Gobernación, Francisco Blake, recibió la orden de posponer el encuentro con los representantes del Movimiento por la Paz.
No confiaban. Ya en un mitin habían pedido la renuncia del secretario de Seguridad. ¿Qué seguiría en Antropología? ¿La renuncia del Presidente?
No querían mantas como las de Noroña, ni carteles con letras ofensivas, ni fotografías de desaparecidos como escenografía de una memoria que molesta.
Ése era el ánimo. La intentona, afortunadamente, fue frustrada. Si bien cambió de sede para evitar "la llegada de los del SME", lo que no pudo impedirse fue la instalación de la mesa de conversación cuyo logro parece, efectivamente, paradójico.
El encuentro del jueves 23 en el Alcázar del Castillo de Chapultepec no arrojó más que buenos deseos, un compromiso de un encuentro de seguimiento dentro de un trimestre (cuando el gabinete federal esté más ocupado en la definición de la candidatura panista a la Presidencia) y la apertura de puertas de oficinas que antes estuvieron cerradas para decenas de peticionarios de audiencia.
La reunión del 23 logró la visibilización de las víctimas. "Vean bien nuestros rostros, busquen bien nuestros nombres, escuchen bien nuestras palabras. Estamos una representación de víctimas inocentes, ¿les parecemos bajas colaterales? ¿números estadísticos? ¿el uno por ciento de...
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