TOLVANERA / Exploradores
| Autor | Roberto Zamarripa |
Antes de presentar la iniciativa de reforma constitucional en materia energética, el gobierno federal hizo los cabildeos necesarios con entidades financieras, empresas nacionales y extranjeras y, someramente, con partidos políticos para estimar la viabilidad del proyecto más ambicioso de lo que va de la administración de Enrique Peña.
Pero también se hicieron, según las consideraciones de aquellos funcionarios que han estado cerca de la redacción de la iniciativa energética, las exploraciones geosísmicas. Los estudios necesarios para detectar viabilidades técnicas (y, desde luego, monetarias) para la explotación de petróleo y gas.
Hay razones suficientes para el optimismo, según los exploradores. Hay negocio viable y la votación legislativa calificada para aprobar una reforma constitucional está garantizada.
La pregunta es si en el México profundo se han hecho las valoraciones sísmicas correspondientes de un terreno social erosionado, accidentado, lastimado e hirviente.
Tal parece que las estimaciones en el gobierno federal respecto a las protestas contra la reforma constitucional ubican en Morena -la organización política impulsada por el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador- el núcleo duro e intransigente. Suponen esas estimaciones que la fuerza de Morena declinará -como el rendimiento de Cantarell- al grado de ser meramente testimonial y no impedir la votación legislativa.
Al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, le han entregado una jugosa manzana a cambio de dejar solos a los inconformes, incluso sin financiamiento para sus movilizaciones. Languidecerán ante la falta de recursos, estiman los exploradores. A Mancera le han hecho saber la anuencia del gobierno de Peña para crear el estado 32 en la capital del país, dotar de autonomía financiera y de plena autonomía política al principal territorio gobernado por la izquierda en el país.
El asunto es visto como un trueque. Deja pasar la reforma energética y las fuerzas del gobierno peñista dejarán pasar la reforma política -propuesta por Mancera- que convierta al DF en un estado hecho y derecho. Además de que suponen haber arrebatado la memoria del general Lázaro Cárdenas a sus herederos. Hoy, al reescribir los libros de texto, parecen haber encontrado la genialidad perdida. ¿Y por qué no se nos había ocurrido antes? El gobierno federal parece minusvaluar al priismo nacionalista, cuyos residuos todavía grillan. Está en el Congreso y fuera de éste. Está en la academia y...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba