TOLVANERA / Derrame

AutorRoberto Zamarripa

Cuentan que cuando Carlos Rojas, entonces titular del Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol), enviado personal del entonces Presidente Carlos Salinas, arribaba el 22 de abril de 1992 al Palacio de Gobierno estatal de Jalisco, en Guadalajara, nada más oyó el eco.

Apenas entraba la tarde y las oficinas estaban vacías; al enfilarse al despacho del gobernador Guillermo Cosío, le dijeron que no había ido a laborar. No era el ambiente de una oficina de gobierno que encarara una tremenda emergencia. Una serie de explosiones originadas en el tramo del drenaje de varias colonias del Centro de Guadalajara destruyó una docena de kilómetros provocando centenas de muertes, miles de heridos, viviendas y comercios destruidos y daños materiales millonarios. (La Madre de Todas las Bombas lanzada por Donald Trump apenas afectó dos kilómetros).

Ni el gobernador ni el alcalde andaban en la zona de la tragedia. Su ausencia era la definición. Inundado de gasolina, el drenaje municipal transportó a la muerte. Las conclusiones de las indagatorias dijeron que una falla en la construcción de la obra del tren ligero habría provocado, por un lado, que las tuberías de Pemex rozaran con tubos de la nueva obra corroyendo ductos y derramando cantidades industriales de gasolina; y, una deficiencia en la obra de alcantarillado impedía un adecuado desalojo de la acumulación de gases del combustible.

Una chispa bastó para el estallamiento. Acumulación de gases, sí; fue una acumulación también de omisiones de funcionarios que no advirtieron la laguna explosiva, que sumaron sus desapegos en las responsabilidades de gobierno, que aunaron con el desprecio por los reclamos ciudadanos ("abran las ventanas", les dijeron a quienes se ahogaban con la peste); la voracidad en la construcción de obras como el tren ligero donde lo que importaba era la ganancia particular y no la calidad de la obra y su beneficio social. Una acumulación que tejió la red mortal.

En 1992, Pemex libró injustamente responsabilidades y castigos en la tragedia. El tráfico ilegal en Jalisco era un gran negocio de las mafias adheridas a funcionarios locales y federales. En las indagatorias uno de los hallazgos que llamó más la atención fue la constante...

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