TOLVANERA / Claridades

AutorRoberto Zamarripa

El Gobierno federal ha insistido por diversos medios en que deben apoyarse prácticamente de manera incondicional los despliegues militares, las incursiones en distintos municipios, el enfrentamiento directo con delincuentes, las estrategias que pretenden arrinconar a criminales en la estrategia de combate al crimen organizado.

Apenas el pasado 1 de junio, en Isla Mujeres, el Presidente Felipe Calderón estableció quizás el diagnóstico más claro de la encrucijada. Dijo en ocasión de la ceremonia oficial del aniversario del Día de la Marina que el problema era mucho más complejo que el mero tráfico de drogas a Estados Unidos.

"La operación criminal en la última década se ha desenvuelto y diversificado; quien busca el control de una plaza, lo busca no sólo para el tráfico, sino también para generar ahí un mercado de consumo doméstico que está destruyendo a nuestros niños y jóvenes y con ello nuestro futuro", expresó.

Esa operación "está buscando también tener a su servicio toda la estructura de ilegalidad, desde el contrabando, la piratería y el control de giros negros, hasta el robo de autos, el secuestro y la extorsión de ciudadanos, la trata de blancas, la migración ilegal y el tráfico de armas, con frecuencia a partir de la intimidación o cooptación de cuerpos policiacos".

Efectivamente, la encrucijada tiene que ver no sólo con el tráfico de drogas hacia Estados Unidos sino con la generación y control de los mercados ilegales donde se trafica de todo, pero sobre todo se produce una amalgama entre los poderosos cárteles del narco con las sucursales de financiamiento mediante el secuestro, el robo, la extorsión y el asalto.

La cobertura principal de esa amalgama la constituye la red de cuerpos policiacos financiados por los ciudadanos y los jefes de esos cuerpos e instituciones de seguridad.

El enfoque expuesto por Calderón es claro en la complejidad del reto para, por lo menos, atenuar las acciones criminales en todos los ámbitos: trasiego de drogas, migración ilegal, extorsiones, asaltos, entre otras. La mayoría de las acciones delictivas, a diferencia de otras épocas, tienen vínculos, tratos comunes, vasos comunicantes donde los criminales roban autos para secuestrar ciudadanos o para extorsionar migrantes. Sus giros ilegales se expanden y las peleas en los territorios son para controlar esas rentabilidades permitidas por la autoridad.

El discurso del Presidente, sin duda notable, fue empero débil en el señalamiento de las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR