Tolvanera / Las capuchas de la 'transparencia'
| Autor | Roberto Zamarripa |
El IFAI determinó que las fotografías y fichas de delincuentes que obren en archivos de las dependencias públicas son confidenciales y para difundirlas se requerirá de la autorización ¡de los delincuentes!
Durante su sesión del pasado miércoles 23, el pleno del IFAI entró a un escabroso caso. Un ciudadano solicitó acceso a la fotografía y la ficha signalética de Juan José Esparragoza Moreno, conocido como El Azul, tomadas durante su estancia en el Penal de La Palma, presuntamente entre 1992 y 1994.
Esparragoza es considerado por oficinas policiacas mexicanas y estadounidenses como uno de los principales capos del Cártel de Juárez. Estuvo en la cárcel pero salió pronto. Es un mítico personaje "abuelo" de las generaciones que comandan las acciones de ese grupo delictivo. Su identidad es un misterio.
Son pocas las fotografías y datos generales de él que han sido divulgados públicamente en México y Estados Unidos.
El IFAI ponderó que no es procedente realizar una versión pública de la fotografía ni la ficha de ingreso de Esparragoza al Penal de la Palma, donde existen datos distintos a los públicamente conocidos.
Si quiere datos de ese delincuente -y de ahora en adelante, de cualquier otro- tendrá que remitirse a lo que es público en páginas de internet de las dependencias. Los archivos de las oficinas de gobierno, para ese propósito, han sido clausurados por el IFAI.
El consejero Alonso Lujambio -quien ha confundido su labor de consejero ciudadano con la de ombudsman gubernamental- propuso el proyecto de resolución que aprobó el pleno del IFAI donde se asienta que la información solicitada es confidencial porque está integrada de datos personales que hacen "identificable" al sujeto en cuestión. Incluso, dice la resolución, hasta el apodo de un recluso o de un delincuente prófugo es confidencial.
Para Lujambio "el legislador no distingue entre los datos personales de un individuo que haya sido juzgado y condenado por las autoridades competentes y uno que no, ya que ambos gozan de la protección de la ley". En ese marco la fotografía constituye un dato personal. Su difusión estará sujeta al consentimiento de su titular.
La lógica del IFAI atenta contra el interés ciudadano y contra la seguridad pública.
Antes que abonar en la inseguridad, si el Gobierno difundiera datos contenidos en fichas signaléticas y las fotografías que les toman al ingresar a los penales, y que obran en sus archivos -entre otras cosas- tendría un mayor apoyo de la...
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