TOLVANERA / La candidata

AutorRoberto Zamarripa
  1. La primera medida que tomó como candidata Xóchitl Gálvez fue cambiar su escenario. Subió ayer al templete del Ángel de la Independencia y tras ser vitoreada volteó y vio parado a su izquierda a Alejandro Moreno, todo de rojo con una camisa que le quedaba chica a su ego con su nombre escrito en letras blancas para que lo identificaran por si se perdía en la plaza.

    Xóchitl volteó a su derecha y encontró a un delgado personaje de camisa blanca y pantalón azul de nombre Marko, con K, que ni voltea a saludarla porque en ese instante chateaba con alguien más importante. Vaya escoltas.

    La candidata agitó las hojas donde venía escrito su discurso como si espantara olores pero en realidad era una seña de "¿dónde están mis invitados?". Y rápido pasaron al frente Cecilia Flores, la incansable madre buscadora de desaparecidos de Sonora, a quien recibió con un besote en la mejilla y la colocó a su izquierda para alejarse de Alito; luego la hija de Xóchitl, Diana Vega, llevó de la mano a Elsa Ortigoza, una emprendedora del reciclado de basura que fue colocada junto a Flores. Y a la derecha de la candidata fue ubicado Nicolás Olguín, de la comunidad de Dios Padre en Ixmiquilpan, Hidalgo, donde la gente lucha desde hace años contra cacicazgos ancestrales, muchos de ellos priistas.

    Así que, en segundos, en su primer mitin oficial de candidata, Xóchitl Gálvez quedó escoltada por dirigentes sociales y no por burócratas partidistas.

    Será su reto: si pasa de la escenografía al protagonismo ciudadano. Será su batalla, porque los líderes partidistas estarán felices con su candidata mientras ella se desgañite en las plazas fustigando a AMLO y no les toque las listas de candidatos a gobernadores, alcaldes, senadores y diputados.

  2. Xóchitl Gálvez se ha constituido súbitamente en el referente de reunión -todavía no de cohesión- de muchos descontentos contra la 4T. A esa coalición le une una mezcla de enojo y miedo.

    La diversidad de ese conglomerado es una virtud y un riesgo. Tremenda pluralidad pocos la reúnen. Están desde los persignados del cerro del Cubilete hasta los científicos ateos de la UNAM; desde los ex jefes policiacos auspiciadores de políticas de seguridad que provocaron miles de desapariciones hasta las madres que buscan a sus hijos víctimas de esas políticas erradas.

    Xóchitl Gálvez tiene palabras para todos. Habla en ñañu y...

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