Toda una vida como bombero

CIUDAD DE MÉXICO.- Lo que parecía una llamada de emergencia de rutina terminó por cambiarle la vida al bombero primero Franti León Brito Brito.

La tarde del 29 de diciembre de 1996 sonó la alarma en la estación a la que estaba asignado.

Esa tarde se trataba de un incendio en una maderería clandestina, en Santa Martha Acatitla, en Iztapalapa.

Franti León iba de chofer, en compañía de uno de los jefes, Raúl Esquivel (ahora director del Heroico Cuerpo de Bomberos), a supervisar la labor de ayuda y rescate que ofrecían sus compañeros.

La vocación de servicio, sin embargo, no le permitió simplemente observar y decidió entrar en acción. Cuando instalaban una manguera, un tanque de gas comenzó a chiflar como una advertencia de lo que sucedería instantes después.

No hubo tiempo de nada. El cilindro de 5 mil litros explotó.

Una de las tapas de la soldadura salió volando, lo impactó y le cercenó las piernas. Junto con él otros 10 vulcanos resultaron heridos; sus compañeros resultaron con quemaduras de segundo y tercer grado. En ese incendio falleció un niño de 3 años.

Franti León estuvo seis meses en el hospital, en terapia intensiva.

"El tanque está dividido en tres partes, dos tapas y el centro del cilindro. Cuando explota lo hace del lado más débil, que es de una de las tapas, de las costuras y salió volando para impactarme", señaló el vulcano de 52 años.

Recuerda que tardó 8 días en despertar en el hospital para descubrir que ya no tenía piernas, pasó por varias operaciones y tuvo que retirarse durante 14 años del Cuerpo de Bomberos.

Hace 6 años regresó y se dedica...

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