Tlatelolco, víctima del hampa

AutorLuz Romano

Rodeada por al menos cinco colonias con alto índice delictivo y afectada por la desaparición de un proyecto de "policía de barrio" en octubre del año pasado, la Unidad Habitacional Tlatelolco vive una crisis de inseguridad.

Actualmente, aseguran sus vecinos, tanto "visitantes" como algunos de los propios habitantes de la Unidad roban a cualquier hora del día.

Tlatelolco está rodeado por colonias famosas por su inseguridad como Santa María la Ribera, Atlampa, Peralvillo (la Ronda), Guerrero y Tepito. La Unidad, dicen sus habitantes, enfrenta la formación de pandillas, el crecimiento del mercado de estupefacientes y la falta de elementos policiacos, situación que ha ocasionado que se convierta en una zona insegura.

"A cualquier hora del día asaltan, antes era en las noches, pero ahora ya no importa la hora; la semana pasada venía de trabajar y dos tipos me acorralaron a las afueras de mi edificio, me quitaron mi bolsa, dinero, reloj y celular; no eran ni las 6 de la tarde", comenta Rosario García, vecina del edificio Tamaulipas en la tercera sección.

Aunque no cuentan con índices delictivos, los vecinos consideran que el delito más frecuente en la Unidad, compuesta por 90 edificios, es el robo a departamentos, seguido por los robos de autopartes y vehículos, así como el asalto a transeúntes.

Para protegerse, los residentes han optado por colocar cadenas en los estacionamientos, plumas con vigilantes, veladores en las entradas de sus edificios y, en casos extremos, colocar rejas de seguridad en puertas y ventanas, aunque reconocen que con esto podrían quedarse atrapados en sus departamentos en caso de alguna emergencia como un sismo o incendio.

Por ser una de las unidades más grandes de la Ciudad de México, comenta, Ricardo Balderas, habitante del edificio Ignacio Allende, los problemas como el de la inseguridad se magnifican.

La Unidad se convierte en una "cueva de lobos", llena de delincuentes que están al acecho. Sitios como la explanada del metro Tlatelolco, andadores o el Jardín la Pera carecen de alumbrado y se convierten en los puntos más inseguros.

"Aquí casi no hay alumbrado público y eso causa que vivamos en una 'cueva de lobos', los mayores robos a peatones se dan en los andadores y las periferias, porque los ladrones pueden escapar por cualquier avenida (aledaña) como Insurgentes, Flores Magón o Paseo de la Reforma", agrega Balderas.

Gloria Amador, coordinadora del grupo vecinal Tlatelolco 19 de Septiembre y ex coordinadora de...

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