¡Titánica tarea!

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TORONTO.- TITANES DEL PACÍFICO, el más reciente blockbuster del mexicano Guillermo del Toro, es un coctel bien agitado de ciencia ficción, acción, monstruos, heroicidad y fin del mundo.

Al inicio del filme, que se estrena mañana, el espectador presencia un escenario pesadillesco, con una historia de una humanidad al borde de la extinción.

Emergidos de un portal interdimensional en el Océano Pacífico, monstruos gigantescos, también llamados kaijus, comienzan a destruir naciones enteras en 2013, dejando en utilidad sólo tres puertos: Veracruz, Hong Kong y Vladivostok.

"Son armas vivientes, representan casi a las fuerzas de la naturaleza. Son imparables, unidireccionales, van por lo que quieren", explica Del Toro.

"Para mí", opina el actor Charlie Hunnam (Sons of Anarchy), "son casi como manifestaciones físicas de la destrucción, de cómo hemos nosotros acabado con el planeta. Esa siempre ha sido mi idea de los monstruos".

Para detenerlos, los líderes del planeta olvidan sus diferencias y autorizan un arriesgado programa: la construcción de robots de 25 pisos de altura, conocidos como jaegers, tripulados por un par de pilotos.

Ahora es 2025 y a bordo de Gipsy Danger, un viejo jaeger, se encuentran Raleigh Beckett (Hunnam), un rebelde que perdió a su hermano, y Mako...

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