Un tiro y varias moscas

TLAJOMULCO.- Lo mismo en un lugar transitado y a plena luz del día que en parajes alejados, poco frecuentados y oscuros, los homicidios al estilo del crimen organizado no cesan en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).

Cualquiera puede atestiguar un crimen o encontrar un cadáver, como es el caso de una persona que ayer pasaba por la Colonia La Gigantera, en los límites de Tlajomulco y Tlaquepaque.

Al caminar por el cruce de Camino a La Gigantera y Durazno se topó con el cuerpo de un hombre que -después se supo- recibió el tiro de gracia.

Tras confirmar el hallazgo, técnicos en urgencias médicas estimaron que el deceso pudo haberse dado ocho horas antes.

Los causantes habrían ingresado a Camino a La Gigantera por Adolf B. Horn y recorrido unos 400 metros de una vía solitaria, sin alumbrado público y cercada por maleza, hasta llegar a Durazno.

Ese punto se encuentra a poco más de un kilómetro de Periférico Sur.

Debido a que en el sitio no se localizaron casquillos, patrulleros desestimaron que el asesinato ocurrió ahí.

Personal de una escuela dio aviso a las autoridades después de que la persona que localizó el cadáver acudió a la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR