AL TIRO / Socavón exprés
| Autor | Paco Navarrete |
No tiene lado bueno la tragedia del socavón en el Paso Exprés de Cuernavaca.
Porque podrá ser muestra de ineptitud, de corrupción, de tráfico de influencias... pero primero que nada es una tragedia.
Dos personas murieron, luego de que el automóvil en que circulaban por la flamante obra, inaugurada en abril pasado, cayó en el funesto agujero.
Para agravar el asunto, padre e hijo estaban vivos luego del accidente, pero entre lo que los servicios de emergencia tardaron en llegar y rescatarlos, fallecieron. Eso es una tragedia.
Además estúpida. Porque sólo así puede calificarse la inacción de los responsables de evitarla, empezando por la constructora y terminando con los supervisores y responsables últimos de la obra, funcionarios todos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
El Paso Exprés es una obra vial que fue planteada para aligerar el tránsito que rodea a la ciudad de Cuernavaca, en la carretera México-Acapulco.
En realidad, lo "exprés" fue su planeación. Las notas informativas nos dicen que la SCT dio tan sólo seis días para que presentaran sus propuestas técnicas y económicas, a pesar de las protestas de las constructoras participantes.
Ganó el consorcio Aldesa y Epccor y puso manos a la obra, terminada en abril e inaugurada con bombo y platillo por el mero Presidente Peña Nieto, su amigazo del alma y Secretario de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, y el Gobernador de Morelos, Graco Ramírez.
No faltaron los anuncios espectaculares agradeciendo a la Presidencia la obra recibida. Lo que faltaron fueron esfuerzos por hacerla bien.
Primero los pobladores y luego las autoridades municipales alertaron de los deficientes trabajos en el drenaje que pasa justo en la zona del siniestro, mismo que amenazaba con desbordarse a las primeras lluvias.
La constructora simuló atender el riesgo y la Secretaría simuló supervisar el trabajo. Unas pocas semanas después, tronó. La fuga de agua minó el terreno, creando el monstruoso agujero.
Ahora, la dependencia federal simula poner orden: ha cortado las cabezas de funcionarios menores, sin tocar al amigazo presidencial, quien ya prometió que la investigación irá hasta las últimas consecuencias.
Bueno, digamos que hasta las penúltimas. Tampoco se trata de que renuncien todos. La preocupación del Secretario no llega a tanto.
Y para echarle limón a la herida...
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