Al Tiro / El regreso

Pues sí, parece que, una vez más, hay luz al final del túnel. El regreso de chiquillas y chiquillos a clases es inminente, excepto para algunas escuelas damnificadas, como las damas del Guadalajara, tan lejos de las zonas altas y tan cerca de los desfiguros viales del Gobierno. En esos casos, los nervios crispados de los padres y la histeria a flor de piel de las madres tendrán que seguir a prueba por algunas jornadas más, mientras los planteles salen del atolladero.

Hay quienes piensan que exagero: pobres ignorantes, qué lejos están de la paternidad... o ricos descarados, que en sus mansiones ni cuenta se dan del desmadre. Pero uno que vive en casa rentada (o el infierno: casita o depa de interés social), y que además no alcanza para la coartada perfecta para la santa paz: una "oficina", un mortal común y corriente no puede, pues, más que apechugar y subir el volumen de la grabadora para medio disfrazar gritos que en cualquier momento están a punto de cortar la inspiración creadora. Uf.

Lo bueno, decía, es que ya vienen las clases. Bendita Elba Esther Gordillo, que tiene dócil al sufrido magisterio, hasta bonita se ve. Sobre todo de lejos. Muy, muy lejos. Con razón le dan cientos de millones de pesos para que se los gaste en cirugía y con el vuelto que se clava, compre hartos bienes raíces en San Diego, California. Y uno, encerrado en una palomera de 3X4, con la tele a todo volumen y sintonizada en los Autobots, Massinger Zeta o vayan ustedes a saber qué caricaturas, que se dividen en dos tipos: "de niñas", cursis e intrigosas; o "de niños" torpes y estresantes, esas cuyos ejemplos más extremos siempre son japonesas capaces de provocar ataques epilépticos a cualquiera que se encuentre en un radio de 10 metros de distancia... y como la palomera (mi casa, su casa) mide, digamos, 3X4...

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