AL TIRO / Olla de presión
| Autor | Paco Navarrete |
Dos asuntos, dos: uno trivial, pero costoso, y uno muy grave y más costoso.
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- Atestiguamos este domingo una batalla más entre automotores y bicicletas... y los peatones siguen perdiendo.
Ese día se llevó a cabo un curioso ejercicio democrático en la Ciudad de Guadalajara: se consultó a los ciudadanos si querían que una vía ciclista pase por su barrio, o se cancele su construcción.
Y es curioso por una variedad de motivos:
A.- La consulta no fue exclusiva para los vecinos de la pista para bicicletas, que ya se construye en una amplia avenida que va de la capital al Municipio de Tlaquepaque.
B.- Claro que no podría limitarse a los vecinos, porque la mayoría de los usuarios de la pista no viven en el rumbo, pero se dirigen a un centro escolar de la UdeG en esa zona, el antiguo "Tecnológico".
C.- Por lo tanto, pudo votar cualquiera que se sacudiera la flojera del domingo y se presentara a hacerlo, sin distinción de edad. Y...
D.- Para acabar de borrar cualquier tipo de validez, los resultados no fueron vinculativos, es decir, ninguna autoridad, municipal o estatal, estaba obligada a respetarlos. O sea que fue un mero divertimento de los funcionarios electorales del Estado... que costó cerca de 2 millones de pesos.
De por sí, todo el asunto apestaba a vil grilla para aprovechar la incomodidad de algunos ciudadanos, en su mayoría veteranos, que no ven por qué se debe complicar más una circulación de autos que de por sí ya está congestionada al borde del colapso.
Y por parte del organismo electoral, se justificó como el respeto al "mandato ciudadano", o de un ciudadano que, encorajinado, exigió que se llevara a cabo, sin caer en la cuenta de una tremenda pifia: los derechos de los demás no están sujetos a votación.
Si así fuera, en esta urbe cristera y sinarquista todavía estaríamos quemando herejes e integrantes de la diversidad sexual, eso sí, por "mandato ciudadano".
Aunque se hubiera comprobado que la mayoría no quiere que unas personas tengan condiciones adecuadas para circular en bicicleta... ni modo. Se amuelan: su derecho no debe estar en duda.
El problema se agrava porque unos no quieren molestias en su barrio... y otros se adjudican una superioridad moral por el sólo hecho de treparse en sus vehículos de dos ruedas. Mientras, la frivolidad de las autoridades propicia estos ejercicios democráticos, aumentando el encono, y nadie se acuerda de ordenar el transporte colectivo, para que los veteranos -o los gorditos-...
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