AL TIRO / Línea 3... ¿y 4?

AutorPaco Navarrete

Grandes noticias para la capital del birote y la jericalla: dan, por fin, luz verde a la anhelada Línea 3 del Tren Ligero en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG). Lo bueno de esto es que correrá por un área ya urbanizada, muy necesitada del servicio y que ha venido decreciendo en su población, por lo que servirá además para repoblar colonias que sufrían abandono o cambio en sus usos de suelo.

Lo malo es que, de nueva cuenta, contradice y hasta boicotea la política -oficial o no- de favorecer la periferia de la ciudad para la construcción de vivienda. De tal manera que se abandona el proyecto de trazar dicha línea hacia Tlajomulco, para despecho de quienes gobiernan ese Municipio -curiosamente, los únicos que no son amparados por el priismo en toda la ZMG-, pero también de todos los aventurados pioneros que se fueron a extender la "civilización" por aquellos páramos.

Sin ser urbanista ni mucho menos político en funciones -líbreme el señor Gobernador-, tengo que decir que, de entrada, me parece acertada la prioridad que se da al corredor Zapopan-Guanatos-Tlaquepaque. Ese era el trazo originalmente proyectado décadas atrás, mismo que cubría nuestro incipiente trolebús. Por supuesto que favorecerá el crecimiento vertical de la urbe, y no hace falta recalcar que esto es más sustentable que crecer extendiendo la mancha de concreto de manera horizontal, al infinito y más allá. Siempre y cuando, claro, esto se haga en forma correcta: reordenando el transporte y las redes de agua, drenaje y cableados. Así debió hacerse desde hace 20 o 30 años, y otro gallo nos estaría cantando.

Pero no se hizo.

Desde hace más de dos décadas se ha apostado al crecimiento horizontal de la ciudad, favoreciendo al auto y sobre todo a los especuladores de tierras, creando un maremoto de automotores que ahora nos asfixian y, sobre todo, cualquier cantidad de ciudades dormitorio con una serie de necesidades de infraestructura muy difíciles de satisfacer y conflictos sociales que apenas empiezan a aflorar, pero que en definitiva irán a peor. Imaginen a la pareja -o madre soltera- que sale en la madrugada a trabajar y no regresa hasta entrada la noche... ¿quién se encarga de la educación de los niños, una vez que salen de la escuela? Los vagos del barrio.

El esquema desintegrador se ha repetido una y otra vez en todas las urbes latinoamericanas, pero también -si acaso...

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