AL TIRO / Mota legal, ¿ya?

AutorPaco Navarrete

Llegó el debate oficial por el estatus legal de la mariguana. En días pasados, el PRD local lanzó la iniciativa en el Congreso del Estado. Y contrario a lo que sus promotores afirman, la propuesta no establece las bases de una verdadera legalización de la hierba, para que cualquiera pueda producirla, venderla o comprarla sin más restricción que ser mayor de edad -como, por ejemplo, la cerveza-. Se trata sólo de descriminalizar su uso para que no se considere delito portar hasta cierta cantidad de mota. Y, como esto ya sucede, lo único que lograrían entonces será aumentar dicha cantidad. Y a quien detenga la Policía, bastará que diga que no busca venderla, sino fumigarse los pulmones, para librarse de la cárcel o de una extorsión de los genízaros. En pocas palabras, según Lampedusa, piden que la ley cambie para que todo siga igual.

Porque proponer su uso "con fines médicos" es un despropósito en una entidad donde abundan prejuicios como los del Secretario de Salud, que con un plumazo borra toda la evidencia recolectada en EU y Europa, afirmando que con fármacos se logra lo mismo sin propiciar "efectos secundarios nocivos que no tienen los medicamentos sintéticos", como si éstos fueran inocuos.

Peor aún, la ignorancia del mismísimo director de la Clínica Contra las Adicciones, que exige que primero se investiguen aquí sus efectos benéficos, dañinos y letales, para no basar la discusión "en lo que se hace en otros países, sin referencias propias", como si la ciencia médica reconociera fronteras... o todos los conocimientos médicos de los que él presume se hubieran desarrollado en México.

Y luego están los opinadores del espectro conservador, que no pueden distinguir siquiera entre sustancias que causan adicción fisiológica -como los opiáceos o muchos medicamentos de receta- y aquello que puede causar dependencia, es decir, casi todo. El chocolate, el café, las relaciones amorosas enfermizas, el uso de internet y las redes sociales, la pornografía, el ocio -la hueva, pues- y hasta el trabajo mismo: eso y más puede causar dependencia, convertirte en un ser aislado y hasta disfuncional. El problema aquí es psicológico, el de una sustancia adictiva es orgánico.

El nombre científico de la planta, cannabis, se relaciona con su nombre común a lo largo de los siglos, "cáñamo", una de las plantas más útiles que la humanidad ha conocido, con innumerables aplicaciones, textiles, industriales, médicas, todas ellas eliminadas de golpe y...

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