AL TIRO / Maestros de hambre

AutorPaco Navarrete

La semana pasada cayó otra bomba en el tema de la educación básica. La información que el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) difundió en éste y otros medios contenía perlas dignas de escándalo, como el hecho que en Hidalgo hay mil 440 profes que nacieron en 1912... y siguen cobrando en nómina, a pesar de tener más de 100 años de edad. Otra joya es que tenemos maestros que ganan más que un Gobernador o un diputado... y que 70 de ellos ganan más que el mismísimo Presidente de la República.

Los datos no son especulativos ni fueron obtenidos por métodos de investigación cuestionables. Son datos duros, medibles, tomados de los informes presentados por las Secretarías de Educación estatales a la SEP el año pasado. Si hay un error en ellos, se debe atribuir a las mismas dependencias. Y claro que habrá errores, como el de los ancianos educadores en activo, pero lo que no se ha aclarado es quién sale ganando con ello. Ni se aclarará...

Tan sólo en Jalisco hay un profesor que gana 193 mil pesos al mes, producto de dos plazas incompatibles: ambas son de tiempo completo, pero una debe cumplirse en Guadalajara y la otra en Tomatlán, a 400 kilómetros de distancia, lo cual implica que tiene que invertir sus ocho horas de sueño desplazándose de un lado a otro, día tras día. Y el asunto es perfectamente legal, a decir del Secretario de Educación estatal, Francisco Ayón. Y háganle como quieran.

Pero en esta crítica certera y otras tantas -como las de Mexicanos Primero- no se menciona el otro lado de la moneda: el de quienes sí trabajan y son explotados con impunidad. Existe una cantidad de profes no determinada que cumple en los salones de clase lo que el superhombre de Tomatlán y otros tantos no hacen: desquitar su salario. Por cada influyente que cobra por no hacer nada, al conseguir el ansiado título de comisionado al SNTE o un puesto administrativo en el escalafón burocrático, alguien debe entrar a suplirlo, muchas veces por una fracción de su sueldo. Y después están quienes cumplen su labor en otros proyectos, como el Programa Nacional de Inglés Para Educación Básica, de la SEP.

Una persona que ahí trabaja cuenta su situación: con cinco años de antigüedad, tiene 18 horas de clases a la semana; gana 79 pesos la hora, es decir, mil 422 pesos a la semana. Debe sobrevivir con menos de 7 mil pesos al mes. Pero al menos tiene prestaciones de ley, ¿verdad?, al ser un programa del Gobierno, que tantos millones destina a la...

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