AL TIRO / La ley de Herodes

AutorPaco Navarrete

La frase que da título a este artículo no es nada original, pero en cambio es sugestiva: viene de un viejo refrán mexicano que retrata el uso y el abuso de las leyes en México. La utilizó con fortuna el gran Jorge Ibargüengoitia en una novela y después fue reciclada para intitular una exitosa película, por cierto sin relación con la obra literaria. Pero sobre todo, como hace 50 o 100 años, sirve para retratar a la perfección el sistema legal mexicano: ante la ley de Herodes, o pierdes... o pierdes.

Tres sucesos recientes sirven como radiografía del sistema legal en Jalisco: luego de seis meses de haber sido aprobado, el reglamento de la Ley de Movilidad sigue sin tener aplicación. Por otra parte, el Poder Judicial del Estado se maneja como un changarro familiar: está plagado de parientes y amigos de los magistrados, supremos jefes, sin que éstos vean irregularidad alguna. Y finalmente, nos enteramos de una salvaje noticia: un hombre pasó siete años en prisión, a pesar de que no tendría que haber sido recluido desde un principio.

Cuestionadas por la falta de aplicación de reglas tan sencillas como el uso obligatorio de cascos y chalecos con las placas impresas, en el caso de las motocicletas, las autoridades se justifican: "Si yo me pusiera a exigirle por ley a todos que traigan el casco y el chaleco con el número de placas, imagínese (...) Generaríamos una crisis", declaró el director de Vialidad, Francisco Poe, orgulloso de su sabiduría (Comunidad, 27/05/14).

Más sensible se dejó ver la directora de Seguridad Vial, Ana Laura Chávez: "Un cambio de conducta no es de un momento a otro ni es de agarrar a garrotazos a la población; nosotros le hemos apostado al proceso educativo, al proceso de concientización que es el que hace el cambio conductual de fondo". Chúpense ese bolis.

Ahora bien, ¿cómo va ese "proceso educativo"? Pues a saber: que van a empezar el próximo mes, dice la jefa, si Dios les da licencia (de manejar).

En el Poder Judicial, mientras tanto, ya se dieron cuenta de que la carrera burocrática es un gran negocio: altos sueldos, bajo nivel de exigencia... ¡y además puedes heredar el negocio a tus vástagos! Menos mal que con tanta inseguridad pública y procesos legales de risa -o de pesadilla, según sea el caso-, al menos en la Sociedad de Responsabilidad Limitada llamada Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco existe la seguridad laboral para tus amigos y familiares: si llegas a los altos cargos, podrás invitar...

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