AL TIRO / La Feria Virtual del Libro
| Autor | Paco Navarrete |
Qué gacho que se cebó la Feria Internacional del Libro, en Guadalajara. Después de 33 años de repetir el ritual, ahora llegó el comandante y mandó parar...
Bueno, exagero: no fue ningún comandante, fueron las circunstancias obligadas por la maldita pandemia, y no mandaron parar. De hecho, ahora mismo se está celebrando la FIL, aunque en modo virtual. O sea que hay muchos eventos, pero se presentan por Internet.
Eso tiene algunas ventajas, y muchos inconvenientes. El primero es que se tendrá apenas el 10 por ciento de la oferta usual de pláticas, conferencias y presentaciones de libros. Pero al menos no habrá tanta paja, ni influencers de pacotilla. Esa es una ventaja.
Por otra parte, maldita sea, no hay excusas para salirse de la chamba a darse una vuelta por la feria... bueno, ahorita hay muy pocas excusas para salirse de la chamba, de todos modos. De nuevo, la maldita pandemia.
Tampoco se puede tomar uno un día entero para ver libros... conste, no escribí "comprar libros", esa es una actividad completamente diferente, y a la cual recurren muchos menos visitantes del total global.
En realidad, la mayoría va a lo que siempre se ha ido a las ferias: a ver gente. Y de pasadita, cómo no, esos objetos cada vez más exóticos, los libros.
La buena noticia es que una de las actividades más fructíferas de la semana de los libros es la que nos facilita la
Internet: las conferencias de primer nivel.
Yo debo confesar que por angas o mangas, en estos 33 años he asistido a muy, muy pocas. Si acaso, he ido a presentaciones de libros, casi siempre de amigos y compartiendo la mesa y micrófonos con ellos (y ellas, diría la corrección).
Y me he arrepentido cuando me las mencionan "¿no fuiste a ver la plática de fulano, o de mengana? Estuvo genial".
Por fortuna, ya lo dije, a muchas de ellas se puede acceder ahora con un simple click, en el sitio fil.com.mx
Desconozco si quedarán guardadas para la posteridad, o al menos algunos días después de que se presentan. Ojalá.
Antier me aventé una maravilla donde el conferenciante estelar era el tal Yuval Noah Harari, un historiador israelí que se ha convertido en una verdadera estrella literaria con sus tres volúmenes que plantean el pasado y la evolución de la sociedad, su presente calamitoso y el futuro incierto, respectivamente.
Tan grande es su celebridad en la última década que, confieso, apenas reparé en el otro profesor con quien compartía cartel, y mal hecho de mi parte, porque también fue...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba