Al Tiro / Ay, sí sí; ay, no no...

Manzanillo, Colima.- A todos nos gusta decir "te lo dije". Es la confirmación de que somos unos fregonazos, y que advertimos algo antes de que sucediera. Además, eso nos permite salir del apuro que la dignidad a salvo, aunque la ola nos revuelque igual que a los que no nos hicieron caso.

Pues bien, se los dije.

Hace años ya, advertí en este espacio que íbamos a pagar caro la negligencia de las autoridades de Jalisco en atender un reclamo -ya desde entonces urgente- de los habitantes de Cihuatlán.

Allá, en la esquina inferior izquierda del mapa de nuestra entidad, justo en el límite con Colima y el Océano Pacífico, surgió un conflicto de tierras con nuestros vecinos los hijos del rey Colimán -no Kalimán, quien debió haberle entrado a la bronca desde un principio para solucionarla con serenidad y paciencia, mucha paciencia-, un conflicto más bien artificial, por lo reciente y porque su causa es creación del hombre, no de la naturaleza.

Y como ahora han subido las aguas y se han calentado lo ánimos, el intrépido periodista que aquí escribe pidió permiso a la redacción central del periódico (eso no existe, pero suena como de "Misión Imposible") y se ha dirigido al centro mismo del conflicto para advertirles de la avanzada total de los colimenses, misma que podría describirse citando a la ecuánime Érica Vexler ante Jacobo Zabludovsky en "24 Horas", cuando transmitía desde Israel bajo ataque de misiles palestinos... de guamúchil con frijoles de la olla (no ajustaban para mejores armas químicas): "¡Es nuclear, Jacobo!".

Bueno, esa es un exageración. O más bien dos: la de la señora Vexler, que ya es leyenda, pero también la mía. En realidad fui a Manzanillo, a la tradicional gorra anual con mis...

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