Al Tiro / Más del árbol que da moras

AutorPaco Navarrete

Alguna vez leí en una entrevista a un científico español, una definición de inteligente: "es aquél que gana logrando a la vez que quienes lo rodean también ganen". Después continuaba más o menos así: el malo es quien gana a costa de quienes lo rodean. Y quien hace que los demás pierdan, pero no gana, no es malo: es estúpido.

Y por desgracia, éstos son mayoría.

Pero a lo que voy: siempre me han llamado la atención los delincuentes estúpidos: aquellos que, a sabiendas que han hecho o están haciendo algo ilegal, llaman la atención sobre sí mismos. Hace unas semanas se publicó en este diario la historia del fulano con sus pacotas de hierba en la cajuela, a quien le dio por pasarse los altos, nomás por puntada. ¿Qué creen que pasó?

En ese caso, ahora que se planteen reformas al Poder Judicial, habría que establecer una nueva figura delictiva, de tal manera que alguien así sea multado por pasarse el alto, procesado por narcotráfico y llevado al paredón por -excuse my english- pendejo. Es que, la verdad...

El problema es que si convertimos tal disposición en delito, y lo castigamos con la muerte, nos vamos a quedar sin país. A menos que sigamos siendo corruptos: así, no sólo se salvarían los medianamente inteligentes, sino también los vivillos. Es decir, los políticos.

Sombras, nada más

Porque a eso regresa toda discusión actual que se precie de ser profunda: a la corrupción generalizada de quienes se sirven de lo público. Nada más revise la notas de los últimos días. Aparte de la multicitada feria de chanchullos del DF...

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