Tiran teatros al olvido

AutorOscar Cid de León

En la década de 1950, el Centro Histórico fue una suerte de Broadway mexicano.

En él podía enumerarse la oferta escénica de una veintena de recintos, de los cuales hoy se encuentran activos sólo el Palacio de Bellas Artes y los teatros De la Ciudad, Metropólitan, Hidalgo y Blanquita, mientras otros se mantienen en el olvido, están cerrados o fueron demolidos, como el Lírico, del que sólo se conserva la fachada y el vestíbulo, siendo que su interior está reducido a escombros.

Inaugurado en 1907 por Justo Sierra, entonces ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, el Lírico, ubicado en República de Cuba 46, fue adquirido hace cerca de tres años por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de España, según informó su delegado José Enrique Fernández.

Si se contó o no con el permiso del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) para su demolición, Fernández lo desconoce: "Yo me imagino que sí, pero no te lo puedo asegurar".

"El interior ya era obsoleto", aseguró, "ahora se remodelará para hacer otro teatro con todas las especificaciones contemporáneas, pero esta obra iniciará en un futuro, todavía no hay fechas".

La fachada y el vestíbulo sí serán conservados, respetando la estética de Manuel Torres Torrija, quien lo concibió a semejanza del Teatro Renacimiento (posteriormente Virginia Fábregas), que entonces se ubicaba sobre Donceles, donde hoy existe un edificio de departamentos que en su planta baja albergó al Fru-Frú.

Pero ¿por qué se decidió demoler el interior?

"Lo que pasa es que, para adecuarlo y que tuviera una versatilidad de ser un foro que permitiera que se realizaran todo tipo de eventos, había que remodelarlo. Esto tiene ya como un par de años", respondió Fernández.

REFORMA recurrió al INBA para constatar que la intervención se haya realizado conforme a Ley, pero al cierre de la edición no se obtuvo respuesta.

Otro caso dentro del Centro Histórico, aunque en menores proporciones, es el Teatro del Pueblo que, ubicado en el complejo del Mercado Abelardo L. Rodríguez, no cuenta con cartelera alguna, y es utilizado para actividades cívicas y escolares.

Además, los murales que revisten las paredes del inmueble -construido en 1934 por órdenes de Lázaro Cárdenas- no han recibido mantenimiento a fondo desde hace al menos seis años, reconoció Javier Castillo, director del Centro Cultural Teatro del Pueblo de la Delegación Cuauhtémoc.

"Hubo humedad que ya se eliminó del plafón en la boca-escena, pero quedaron trozos de mural que...

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