Tierra de prosperidad
| Autor | Maryell Ortiz de Zárate y Ricardo Diazmuñoz |
Tierra pródiga en riquezas naturales que son explotadas teniendo en cuenta los diversos factores del equilibrio ambiental. Tierra inmensa y acogedora en la que todo gira vertiginosamente: las arduas siembras y las generosas cosechas; el rítmico abono de los campos y el apacible, pero firme, cuidado de los ganados; la captura laboriosa de las especies del mar y su posterior transformación en las plantas y factorías, y la variada industria, entre la que destaca la maquiladora (más de 700 plantas provenientes de Estados Unidos y Asia).
Desde luego, esta relevante expansión no es un mero producto de la casualidad. El continuo arribo de inmigrantes provenientes de otras entidades federativas y del extranjero, ha sido uno de los factores primordiales de su crecimiento.
Esta voluntad de desarrollo tiene sus más firmes puntales en las profundas raíces de su pasado, en el que el vigor y la sapiencia de los seres humanos fueron los hilos conductores para lograr una transformación vital en todos los órdenes de la existencia.
Breve Paseo por la Historia
Los pocos hallazgos arqueológicos han determinado que la península estuvo habitada desde 10 mil años antes de Cristo. En el sur, por grupos de la familia lingüística guaycura-pericú, y en el norte, por la familia yumana, integrada por tres ramas: yuma, cochimí y laymón. Todos eran pescadores, cazadores y recolectores de semillas y raíces. Se sabe que nunca vivieron congregados ni en casas, que practicaban la poligamia, que envolvían los huesos de sus muertos y que utilizaban el arco, la flecha, el lanza dardos y 'el palito curvo', una especie de boomerang.
En los últimos 80 años se han encontrado a lo largo de la cordillera transpeninsular más de 400 sitios que conservan pinturas rupestres representando figuras humanas, venados, peces, borregos cimarrones, triguillos, águilas, liebres, coyotes y, acaso, una ballena, pintados en rojo, negro y ocre, algunos delineados en blanco. En Baja California sobrevivían, en 1958, sólo 4 pequeños grupos lingüíticos: los pai-pai, los tipai, los cha-pai y los kiliwa.
La península de Baja California fue descubierta, primero, por la imaginación de Colón, después por la leyenda y posteriormente por Fortún Jiménez, quien puso su pie en ella en 1533. En 1535, la expedición de Hernán Cortés la designó con el nombre de California. Los intentos de los españoles por colonizar la península fueron infructuosos, hasta que los misioneros jesuitas la llevaron a cabo en su tarea...
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