En la tierra prometida

AutorStephen Schwartz

Leonora Carrington murió a los 94 años en la Ciudad de México. Se ha colocado la última estrella en la brillante constelación del movimiento surrealista.

Nacida en el seno de una rica familia inglesa, Carrington se unió a los surrealistas cuando tenía poco más de 20 años de edad, cuando era excepcionalmente hermosa y distintivamente inventiva. Fue una de varios ejemplares inflexibles del ideal surrealista de la mujer revolucionaria. Sus escritos y pinturas estuvieron cargados de la orientación teosófica de la segunda generación de surrealistas, una tendencia que André Breton fomentó con clarividencia.

Ignorados por las élites intelectuales y académicas del mundo, los surrealistas, justo antes y después de la Segunda Guerra Mundial, previeron el renacimiento en Occidente, y particularmente en Latinoamérica, de tradiciones mágicas y esotéricas, que se extendería en todo el planeta en una resacralización, a partir de los 60.

Como pintora, Carrington prefiguró y luego incorporó el giro ocultista de los surrealistas. Sería superficial en extremo imitar a The New York Times, que el 26 de mayo la describió sólo en el contexto de su romance con Max Ernst (1981-1976), estrella alemana de primera magnitud del surrealismo. Su relación se rompió al inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando Ernst fue encarcelado en Francia y Carrington huyó a España, donde sufrió una crisis nerviosa. La artista escribió sobre la experiencia en un texto surrealista clásico, En Bas. Ella y otros en su círculo siguieron los pasos de Breton y, en cierto grado, Trotsky, al refugiarse en México.

Sus colegas incluyeron a la pintora catalana Remedios Varo (1908-1963), quien también huyó de Europa hacia "la república azteca" y quien fue acompañada al Nuevo Mundo, brevemente, por la estrella surrealista y ultraizquierdista trotskista francesa Benjamin Péret (1899-1959), también de primera magnitud, aunque en la poesía más que en la pintura. Carrington y Varo se sumergieron casi mano a mano en un universo de figuración mística y mitificada, en donde sobresalieron. Ambas estaban inexorablemente destinadas a jugar un papel positivo en la cultura mexicana; sin embargo, su comprensión...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR