La Tierra necesita una bioeconomía de la Amazonia

Fecha de publicación21 Noviembre 2023
Por Robert Muggah, Tatiana Schor e Ilona Szabó
Por Robert Muggah, Tatiana Schor e Ilona Szabó

Por Robert Muggah, Tatiana Schor e Ilona Szabó

Preservar los bosques tropicales es crucial para la estabilidad climática global, pero requiere nuevos modelos económicos que combinen reducciones de emisiones con alternativas viables a la tala de árboles.

RÍO DE JANEIRO – El cambio climático y la pérdida de biodiversidad están llevando a los ecosistemas vitales del mundo al borde del colapso. Los científicos advierten que ya se han violado seis de nueve límites planetarios clave. Proteger y conservar las selvas tropicales es crucial, pero para hacerlo necesitamos inversión en estado de derecho y en nuevos modelos económicos que combinen reducciones significativas de las emisiones con alternativas viables para desmontar los bosques. En ninguna parte este desafío es más apremiante que en la Amazonia.

Con una extensión de más de ocho millones de kilómetros cuadrados, la Amazonia es hogar de la selva tropical más grande del mundo. También es la primera línea de los delitos ambientales, entre ellos, la apropiación de tierras y la minería aurífera ilegal, así como industrias extractivas tales como la tala de árboles, la ganadería y la producción de soja.

Debido a estas actividades, grandes sectores de la región se están acercando a un punto de inflexión irreversible que podría transformar la selva tropical en una sabana. A pesar de las reducciones recientes en materia de desmonte de los bosques, la deforestación y la degradación severa de la tierra ya han afectado al 26% de la región, lo que pone a más de 10,000 especies de plantas y animales en riesgo de extinción.

Si la deforestación ilegal y el modelo de desarrollo extractivista persisten, advierte el Instituto de Recursos Mundiales, las emisiones de carbono de la región en 2050 serán cinco veces más altas que el umbral que se estableció en el acuerdo climático de París. Se podría destruir la alarmante cantidad de 57 millones de hectáreas de bosques -una superficie del tamaño de Francia-, con consecuencias nefastas para el clima, la biodiversidad, las corrientes oceánicas y los suministros mundiales de alimentos.

Una manera segura de desacelerar y revertir todas las formas de deforestación y degradación de la tierra es aumentar el valor económico de los bosques en pie. Necesitamos una mayor seguridad e incentivos de mercado -la capacidad de lucrar a partir de la protección de la naturaleza- para promover la descarbonización y la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR