La tienda de raya emocional

(Embargada para sitios de internet hasta las 24:00 horas locales)Por María Teresa Priego(Escritora)EL UNIVERSAL"Somos culpables en busca del delito". ¿En dónde leí la frase? Me la quedo. Con su comicidad, que casi siempre no aplica. La posibilidad de sentir culpa es un principio básico de salud emocional. Como ser capaces de sentir empatía. La culpa es necesaria. Tiene sus noblezas. Humaniza. Cuestiona. Pero no me refiero hoy a esa culpa "sana" que padece quien en la realidad infligió un daño. Y que sería muy inquietante y pathos negar o desconocer. Pensaba en otras culpas. Las de la tienda de raya.Culpas injustas, desproporcionadas. Imaginarias. Las que responden a "la voz del amo" (Lacan) y no a la realidad. Culpas de las que podemos o no ser conscientes y que arrastramos como al esqueleto en el ropero. Generadas por decires introyectados en la infancia y adolescencia. Palabras del Gran Otro que no osamos deconstruir. Percibidas como verdades absolutas. Culpas impuestas de antemano."Soy culpable, y me castigo". Periodos desasosiego: ante ciertas experiencias la culpa nos entierra los dientes. Nos empeñamos en despeñarnos. Y como modus vivendi: repetición del descalabro (pesaroso o disimulado). Los dientes de la culpa tan enterrados que se convierten en nuestra manera de vivir y elegir. Nuestra manera de estorbarnos. Cuando la culpa subyace enquistada, con su carga de angustia, una se vacía la sopa hirviendo en un brazo. Se olvida de una cita. Sale corriendo de aquello que le gusta. Se impide amar a quien ama (aunque haga como que lo ama). Acepta maltratos inaceptables. Se hace echar del trabajo. Congela su sexualidad. O la malbarata. Sube de peso o adelgaza en exceso. Una se castiga. A cada quien sus intensidades y sus maneras.La culpa es una emoción persecutoria, con frecuencia inconsciente. Ésa es la monserga. Cuando no es grave. Ése es el espanto. Cuando sí lo es. ¿Culpable? ¿Hay una razón en la realidad? ¿O me atrapa mi real interior? ¿De qué dimensiones es mi inclinación silicio-flagélica? Si existe. A la culpa de contenidos imaginarios la padecemos y la actuamos. Quien se sienta libre de autopersecuciones culpígenas, mejor que no arroje la piedra. Sería una pena castigarse con un chipote en la cabeza. La culpa se vive como si una/o tuviera una deuda imaginaria que no termina de pagar.¿Cuál deuda? ¿Con quiénes sellamos ese pacto de lealtad que podría llevarnos a actuar contra nosotros mismos? Porque una demanda exterior (no podemos o...

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