Tiempo de Negocios / Cancela Chevron planta por Dls. 8,650 millones

AutorDarío Celis Estrada

Pues nada, que la influyente Chevron decidió cancelar un megaproyecto de 8 mil 650 millones de dólares para México y ni siquiera se lo notificó a las autoridades.

¿Se acuerda de aquella planta de GNL que estaría frente a la Islas Coronado que tanto promocionó el emporio estadounidense, entonces representado aquí por Carlos Atallah? Recibiría, almacenaría y regasificaría gas natural licuado.

En un acto desconcertante, la firma que desde Houston dirige ahora Benigna Leiss decidió cancelar definitivamente el proyecto. Lo grave fue que nunca lo informaron al Gobierno mexicano, sino que lo filtraron a medios estadounidenses.

Ni Economía, de Eduardo Sojo, ni Energía, de Georgina Kessel, y mucho menos la CRE, que preside Xavier Salazar, se dieron por enterados. Vamos, ni la mínima cortesía a Presidencia, dada la magnitud de la inversión.

Fue en el 2003 cuando Chevron de México inició el proceso para la edificación de una Terminal Mar Adentro en la Costa de Baja California. El megaproyecto se había amarrado en la administración de Vicente Fox.

Solamente la terminal iba a significar una inversión de unos 650 millones de dólares. Los restantes 8 mil millones se distribuían en el resto de la cadena de valor, incluida una terminal de buques.

Despachos jurídicos y consultores lograron entablar una serie de acercamientos con las autoridades de los tres niveles de Gobierno para obtener todos los permisos que requería un megadesarrollo de esa envergadura.

La Semarnat, de Víctor Litchinger, liberó entonces la Manifestación de Impacto Ambiental; la CRE, que presidía Dionisio Pérez-Jácome Friscione, aprobó la solicitud, y la SCT, de Pedro Cerisola, entregó el título de concesión.

La actitud no se esperaba de una empresa globalizada, con proyectos en más de 80 países y que hoy decide irse sin siquiera decir adiós y gracias. A ver cómo reacciona la gente de Felipe Calderón, que desde Energía conoció el proyecto.

Asecha Megacable

En el contexto del triple play hay un grupo al que no debe perder de vista. Es Megacable, de Enrique Yamuni y Javier Bours. El operador de televisión por cable tiene amarrado un crédito del JP Morgan cercano a unos 250 millones de dólares. El banco que lleva aquí Eduardo Cepeda se lo autorizó para comprar a Citigroup y a otros fondos privados el 49 por ciento que tenían en Cablemás, de Alejandro Álvarez. Se sabe que los tapatíos están a la caza de empresas en el sector.

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