The Good, The Bad and The Queen: Balas sobre Londres...
Autor | Emmanuel Medina |
No hay crepúsculo posible para Damon Albarn.
Faltando tres semanas para cumplir 39 años, el ex líder brincón de la escena noventera junto a Blur, y virtual cartoon de vida tecno pop en Gorillaz, se calza las botas, se rasga los vaqueros, se ladea el bombín y se lanza a un duelo al sol de un temprano atardecer con un proyecto que se fuma la madurez en un cigarro liado a mano: adiós al pop, bienvenido el folk rock.
"Oh, Dios / puede una piedra ser un lastre / para un alma adolorida", canta con voz tenue el otrora influyente líder de la escena brit pop inglesa y que, ahora con voz que rasguña una edad que atisba las brumas de los 40, reclama más la calma que la tempestad en "80's Life". "No quiero vivir la guerra / que parece no tener fin en nuestros tiempos".
En un desafío que, a principios del año pasado, todo parecía indicar que sería en solitario, después de dejar su papel de caricatura cantante, y al que acabaron por unirse, meses después, viejos cowboys de la escena roquera como Paul Simonon, legendario bajista de The Clash, Simon Tong, antiguo guitarrista de The Verve y parte del último ábum de Blur, Think Tank (Virgin Recods, 2003), y Tony Allen, una de las piedras angulares del afrobeat en las percusiones; todos juntos bajo el mando en las consolas y las atmósferas sintetizadas de Danger Mouse, productor también de la última aventura de los Gorillaz de Albarn y la sorpresa irresistible del 2006, Gnarls Barkley.
La pandilla estaba completa, y bajo un nombre que evocaba los míticos western de Sergio Leone, se bautizaron como The Good, The Bad & the Queen para lanzar un trabajo de estudio homónimo en el que 12 cortes son el rompecabezas que componen un mosaico con aromas a desierto, guiños electro y un poderoso twist de guitarras firmes, para no perder la costumbre, y que resultan en un sonido casi imposible de desentrañar.
¿Quién dispara primero?
El primer sencillo, "Herculean", empezó a circular desde octubre y puso sobre aviso a los críticos y fans sobre por dónde vendrían los tiros de la nueva creación de Albarn, a la que él mismo calificaba como un homenaje a su Londres natal.
Al fin, el álbum apareció, por fin, a finales de este enero y la polémica por encontrarle una buena etiqueta a este duelo de viejos y mañosos vaqueros no se dejó esperar.
"El grupo es una mezcla rara, por decir lo menos", calificaba con cuatro estrellas y...
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