El texto no muere, sólo se transforma
| Autor | Daniel de la Fuente |
Para muchos no es noticia: en la actualidad la literatura ya no es del todo leída en papel, sino escuchada o escaneada en pantallas. Los lectores podrían no serlo más: serán usuarios.
De hecho, puede que ya no se hable únicamente de "hojear", sino de "clickear", "dar clic" o "poner play".
Y es que el libro como tal está cambiando a un ritmo vertiginoso. Para algunos especialistas, el lector convencional, ése que lee libros impresos en papel, podría subsistir mucho tiempo más, pero sin duda irá en aumento el número de personas que disfrutarán de narraciones, cuentos, poemas e incluso novelas muy prolongadas a través de diversos medios digitales.
Libros digitales que se pueden compartir, bajar e imprimir al gusto; lecturas en teléfonos celulares y palms o escuchadas en iPods (aunque pronto se verán los iPhones) y discos compactos ya son una realidad y se extienden y despiertan el interés de lectores consumados y los que no lo son tanto.
En lo que se refiere al libro digital, Google Print, Open Content Alliance, de Microsoft, Yahoo! y Amazon ofrecen descargar libros mediante un costo. Otros sitios lo permiten gratuitamente para aquellos títulos cuyos derechos no están reservados, y otros más, ésos sí ilícitamente, ofrecen lecturas gratuitas, pero con derechos legales vigentes. Piratería, pues.
El audiolibro no es una novedad. Desde hace varios años muchas personas tienen acceso a información literaria, de autoayuda y negocios a través, primero, de los audiocasetes, luego del CD, y ahora en archivos digitales en PC's e iPods.
La lectura por celular, en cambio, ha avanzado más lentamente. De acuerdo a internet, esta modalidad surgió en 2004 en China con el título "Deep Love" y corrió rápido por el mundo. No es de extrañar: ellos son pioneros en la publicación de periódicos en SMS.
Al parecer, en América Latina el primer drama telefónico fue "Tres Puntas", de Camilo Zaffora, un título por entregas, en 50 capítulos de mil caracteres, y que en el primer mes de existencia tuvo unas 360 lecturas diarias.
Como el interés decaía hacia el capítulo 30, el propio Zaffora ha dicho que su segunda novela por celular, "La Martingala", fue más corta. Como este género requiere brevedad, será difícil ver en este formato obras del tamaño de "La Guerra y la Paz" o "Madame Bovary". En México este fenómeno no se ha visto.
Incluso, ya se perfecciona el papel electrónico, que consiste en una pantalla delgada muy flexible y que reproduce textos.
Todas estas...
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