Testigos protegidos: fábrica de culpables

Zorayda Gallegos

MÉXICO, D.F., octubre 5 (EL UNIVERSAL).- Alejandro L. pasó de teniente de infantería a integrante de los llamados “Zetas de primera generación” y luego a testigo protegido. Su trayecto por el Cártel del Golfo fue breve: ingresó en diciembre de 1998 y salió en noviembre de 2001, cuando fungía como escolta de Arturo Guzmán Decena,

El Z1.Él fue uno de los fundadores de Los Zetas, que se creó como brazo armado del Cártel del Golfo, hasta que fue llevado ante un Ministerio Público por una orden de presentación y ahí aceptó acogerse a los beneficios de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada.

Sus enemigos y los presuntos delincuentes contra los que ha testificado lo conocen como Yeraldín, la clave con la que en aquel noviembre de 2001 decidió renombrarse.

A los seis días de que se acogió como testigo protegido sus declaraciones dieron los primeros resultados: en Reynosa, Tamaulipas, fueron detenidos Maximino Moreno, Héctor Abel Alfonsín y Arnulfo Miguel Candelario, tres ex miembros del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) perteneciente a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), acusados de proteger al Cártel del Golfo. El 26 de febrero de 2002 la Procuraduría General de la República (PGR) informó que un juez les había dictado auto de formal prisión. Sin embargo, el caso se cayó. En junio de 2003, los ex militares salieron libres porque la acusación en su contra se basó principalmente en lo declarado por Yeraldín.

En su historial como testigo de la PGR, Yeraldín no sólo ha acusado a militares; también ha testificado en contra de policías ministeriales, federales y municipales, así como de ministerios públicos y otros ex integrantes del Cártel del Golfo, como el presunto abogado de Osiel Cárdenas Guillén.

“Galo Gaspar Pérez Canales es el encargado de ver los asuntos de la organización que encabeza Osiel Cárdenas, ya que cada vez que detienen a alguien del grupo el licenciado es quien va a sacarlos”, declaró Yeraldín, según se desprende del expediente 56/2004.

Al igual que él, Agustín H., con clave Rafael, y Francisco V., con clave Rufino, todos ex integrantes del Cártel del Golfo, han servido como testigos protegidos, según expedientes en poder de EL UNIVERSAL. Esto ha permitido llevar a proceso penal a decenas de integrantes de dicha organización delictiva.

Pero no son los únicos. En los últimos 18 años, es decir, entre 1997 y marzo de este año, 806 personas habían servido como testigos colaboradores a la...

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