El tesoro al final del arcoiris

AutorCecilia Núñez, Carmen González, Esther González Jacques e Ivett Rangel

REFORMA Redacción

Son cada vez más las ciudades donde los integrantes de sus gobiernos e iniciativa privada se han dado cuenta de que la preferencia sexual -o más bien, la diversidad sexual-, lejos de ser un tema de confrontación, puede ser una muy buena forma de hacer dinero. Ofrecer una infraestructura que satisfaga las necesidades de este sector de la población cuando viaja se ha convertido en una especie de competencia que parece tener como finalidad quitarle a la ciudad o país vecino una mayor tajada del pastel.

Los más beneficiados son al final los consumidores de una comunidad que durante años había estado clamando por más y mejores espacios para pasar sus días de asueto, y en la actualidad, el menú de opciones dónde poder descansar y divertirse se acerca más a una utopía que a una realidad tanto tiempo buscada. Hoy es posible pasar tiempo de calidad en destinos de primer nivel sin tener encima la sombra del rechazo o el juicio y, simplemente, convertirse en un viajero más a los ojos de la mayoría de los habitantes de cada uno de los sitios donde se han pronunciado por la integración entre turistas y locales, en lugar de la segregación. El éxito en los resultados saltan a la vista.

ESTOCOLMO

Arcoiris en el Báltico

La vida gay en Estocolmo es tan natural y accesible como la ciudad misma: Divertida, fácil de recorrer, con diversas opciones para el entretenimiento y, aunque sea difícil de creer, de ambiente cálido, a pesar de la fama de los suecos de ser serios y distantes.

En la escuela, a los niños se les enseña que hay tres tipos de familias: las compuestas por mamá y papá, las de padres solteros y las de padres del mismo sexo. Así es que el tema de la homosexualidad dejó de ser hace mucho un tabú y, más que abrir horizontes, la comunidad gay se dedica a disfrutar de la ciudad y divertirse bajo cualquier pretexto.

Las 14 islas que forman esta capital nórdica ofrecen hoteles, restaurantes y centros nocturnos de ambiente muy animado, conocidos por ser amigables a todo tipo de tendencias sexuales.

El hotel Nordic Light, uno de los más sexys, es patrocinador del Festival del Orgullo Gay y muy recomendable para el turismo homosexual. Respecto a los antros, todas las tendencias sexuales se dejan seducir por el ambiente vibrante de los clubes gays como Patricia, Lino, G y SLM: Scandinavian Leather Men (www.stockholmtown.com).

Cecilia Núñez

BRIGHTON

El orgullo en inglaterra

Los ingleses llaman a Brighton "London by the sea", o lo que es lo...

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