Territorios / Escribir después de Auschwitz

AutorSantiago Gamboa

Leo en los Diarios de Günther Grass, ese gigantesco escritor alemán nacido en Danzig, varias frases que me sobrecogen. Una de ellas es una cita de La paz perpetua, de Kant, donde habla de los cementerios "como lugar de entendimiento último de los pueblos". Una idea tenebrosa, pero real. Tal vez porque la muerte es el momento en que uno se detiene y piensa en todo aquello que fue incapaz de perdonar o comprender, en lo que pudo haber aceptado para evitar la catástrofe. Grass lo analiza mientras prepara una conferencia que lleva por título Escribir después de Auschwitz, algo que fue juzgado imposible por el filósofo Theodor W. Adorno.

Al leer esto pensé en mi país, en la infinidad de cementerios clandestinos que hay debajo de nuestra hermosa capa vegetal. Tal vez aún no podemos entendernos porque esos camposantos siguen siendo invisibles, lo que quiere decir que no hablan, no cuentan una historia que podría --y debería-- ser escuchada. Son los cementerios del crimen y del silencio, y que tanto abundan en la región. No sólo en Colombia, también en Centroamérica, en México. Huesos huérfanos y sin historia. Huesos sin nombre, desprovistos de pasado. En Nocturno de Chile, Bolaño dice que la poesía latinoamericana se ha escrito siempre encima de sótanos donde alguien está siendo torturado. En las mazmorras de las ciudades hay personas que aúllan de dolor, se retuercen y gimen, mientras que allá arriba alguien corrige un verso. Así se ha escrito toda la literatura, dice Bolaño. Desde sus inicios. Por eso escribir después de Auschwitz es igual a escribir antes de Auschwitz, cuando las quejas dolientes y los gritos de dolor provenían no de judíos europeos, sino de indígenas americanos o esclavos de África o coolies asiáticos bajo la bota del imperio inglés.

En América Latina podríamos plantear algo similar: ¿Es posible escribir después de Ayotzinapa, o de la colombiana masacre de El Salado, perpetrada por paramilitares, con 65 campesinos inocentes asesinados por paramilitares? ¿Es posible escribir después de las masacres de Centroamérica y los desaparecidos de...

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