Terlenka

Nosotros los de entonces...Guillermo Fadanelli(EL UNIVERSAL)Siempre he concebido la política como una ética o un horizonte moral colectivo en el que las y los depredadores deben encontrar un límite a su agresión continua en contra de las personas más débiles. Así fue desde aquellos tiempos universitarios. Me atormentaba el entusiasmo propio de la juventud. En 1987, cuando deambulaba en la carrera de ingeniería, simpaticé con un movimiento estudiantil que nació en la UNAM -CEU- e incluso fui uno de los líderes o activistas más reconocibles de esa Facultad. Debí asistir al menos a unas cien asambleas en las cuales hice uso del micrófono para expresar mis ideas en distintas Facultades. No me incomoda haber sido honesto, aunque quizás ingenuo en mis pretensiones. Hablar en público es sencillo si uno expresa lo que piensa o cree que es bueno para la institución puesta en duda o la vida en sociedad. Las contradicciones retóricas son necesarias ya que uno no representa a una máquina ideológica infalible o dogmática. Yo no estaba respaldado por nadie (partido o asociación política) e intenté pensar por mí mismo acerca de las ideas sobre el bien social: siempre compartí mis conclusiones con los demás pese a que no fueran estas demasiado aceptadas e incluso parecieran utopías irresponsables. Recuerdo que en la Facultad de Economía compartí una asamblea con Claudia Sheinbaum quien sí se dedicó a los asuntos civiles desde entonces. Ella me simpatizaba y mi memoria me trae hasta el presente a una joven espigada, prudente y belicosa al mismo tiempo y sobre todo inteligente a la hora de calcular los vaivenes de la asamblea. Jamás la vi manipular un debate y siempre la encontré firme en sus convicciones. Sin embargo, lo que narro sucedió hace mucho tiempo, de modo que quizás estoy siendo demasiado abstracto o mi memoria pinta sus propios retratos: no lo creo ya que fueron etapas intensas en mi vida de estudiante, modesto en todos los sentidos. Cuando el movimiento estudiantil llegó a su término, la mayoría de los líderes importantes se adentraron a la política profesional, mas yo y mis cómplices ingenieros, decepcionados de los resultados de las conclusiones a largo plazo del movimiento -no de las inmediatas que sí tuvieron efecto- publicamos una revista de inspiración anarquista. Es una grave equivocación confundir las posturas anarquistas con la destrucción...

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