Desde la tercera

¡¡¡¡¡REEEESPETABLE PÚBLICO!!!!! Es una semana muy triste, en la que desafortunadamente murió un grande de la lucha libre de manera trágica.

Cuestionamientos hay muchos, versiones varias, pero la realidad es que el Hijo del Perro Aguayo deja un enorme hueco en el pancracio porque luchadores como él desafortunadamente no hay en el firmamento.

Aguerrido, contundente, amado y odiado por la afición, nunca pasó desapercibido. Firme como luchador estrella, tuvo la visión de crear su propia empresa, en una idea de invasión que primero le vendió al CMLL y que terminó por cristalizarse en AAA.

Aún recuerdo cuando les decía a otros luchadores como Dos Caras Jr. o Místico que se atrevieran a dar el paso, que buscaran otros horizontes para llevar su carrera a otro nivel, incluso los invitó a formar parte de los Perros del Mal. Al final, ambos terminaron en la WWE como Alberto del Río y Sin Cara.

Como en todos lados sucede, se llevaba bien con muchos de sus compañeros, aunque con otros no tanto por su misma naturaleza de líder, esa misma que también fracturó su amistad con Damián 666, quien fue su fiel escudero por varios años.

Ir a las oficinas de los pulgosos, en lo que de entrada sería una sesión de entrevistas con Pedro, Damián y Halloween terminaba por convertirse en una plática de cuates, con bromas, chistes y toda clase de chismes.

Muchísimas veces trabajamos con él, en incontables sesiones de fotos o coberturas de sus combates, en los que invariablemente correteaba a mis compañeros fotógrafos alrededor del ring, con la amenaza de quererlos tundir; todo esto como parte de su show, pero siempre con respeto.

"Ahora sí pinche Medel, ya te chingaste", le decía a la cámara, mientras que nuestro hoy coordinador de...

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