Tengo el triste primer lugar del artista más plagiado
José Juan de Ávila
CIUDAD DE MÉXICO, marzo 23 (EL UNIVERSAL).- El escultor Jorge Marín ha aprendido algo de Derecho a la mala: como víctima frecuente de un mismo delito. Desde hace una década el artista ha emprendido una cruzada legal contra falsificadores de sus obras, que apenas en septiembre rindió frutos con arrestos y el decomiso de 89 piezas.¡No más 89 esculturas piratas de sus obras en dos bodegas y hechas por solo una persona! También, con el retiro de bronces falsificados que comercializaba el Nacional Monte de Piedad.Sí, creo que tengo el triste primer lugar del artista más plagiado en la actualidad en México. Ostento el récord Guinness en falsificaciones de mi trabajo, ja.
Tras años rastreando copias fraudulentas, el escultor da la voz de alerta sobre cómo las obras falsas se van infiltrando en el patrimonio de gente, ciudades y países; cómo se está oficializando e institucionalizando la piratería. Como en los casos del ayuntamiento de Navojoa, que avaló la instalación de una escultura que según Marín es plagio de una suya; o del Monte de Piedad, que comercializaba bronces cuya manufactura lleva toda la intención de hacerlos pasar como suyos.
Si la gente consume tanto mi obra, aunque sea a través de falsificaciones, pues es un reconocimiento a mi trabajo ( ) Me siento verdaderamente homenajeado por toda esta masa de consumidores que tiene interés en mi trabajo, admite Marín en una suerte de Síndrome de Estocolmo del plagio.
¿Desde hace cuánto ha detectado falsificaciones de su obra?
Hablamos de por lo menos 10 años. Comenzamos a ver piezas apócrifas primero en el mercado irregular, en puestos móviles en la Ciudad de México. Luego en locales establecidos.
Uno pensaría que en un negocio de prestigio se solicitaría algún certificado de autenticidad.
Claro, pero la sorpresa es que no. He descubierto que hay mucha desinformación e ingenuidad de la gente que adquiere la obra. Desde luego también hay casos de mala fe. Es un fraude comercial vender algo pretendiendo que sea lo que no es.
¿Alguna obra suya en particular es pirateada?
No. Hay un abanico enorme de mercancía ilegal que circula. Hay dos caminos para hacer obra falsa: la clonación, una réplica que se hace por medio de un molde sobre la obra original; lo único que varía es el tamaño pues la pieza al momento de replicarla se reduce un mínimo. El otro caso se da cuando alguien contrata a un artesano, que hace una copia con base en la observación, con todas las...
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