TEMPLO MAYOR

AutorF. Bartolomé

LA BUENA NOTICIA para Enrique Peña Nieto es que pasará a la historia como el Presidente que reconoció al primer candidato independiente que ganó una gubernatura en México.

LA MALA es que varios de los gobernadores de su partido entregarán cuentas en números rojos. Por ejemplo, los casos de Querétaro y Nuevo León, estados en los que José Calzada y Rodrigo Medina, en contextos harto diferentes, perdieron la gubernatura.

SIN DUDA queda para el estudio de los analistas cómo es que un gobernador con tan buen cartel como el queretano sufrió el mismo descalabro que uno tan cuestionado como el nuevoleonés.

POR OTRO LADO, Eruviel Ávila tampoco pasó la prueba, pues el PRI perdió varias de las alcaldías importantes como Texcoco, a manos de Morena; y Naucalpan, que le dio al PAN la posibilidad de reconstruir el llamado corredor azul.

Y, EN GENERAL, el balance para los mandatarios tricolores resulta negativo, toda vez que la del domingo fue una de las más bajas votaciones que ha recibido el PRI en años.

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DE LOS GOBERNADORES que le quedaron mal al Presidente, el de Jalisco, Aristóteles Sandoval, se lleva las palmas. Y no sólo porque perdió la zona metropolitana de la capital tapatía, buena parte de la costa y el control del Congreso.

RESULTA QUE el mandatario quiso sentirse muy estratega, hizo a un lado a la dirigencia del PRI y puso a los suyos como operadores y candidatos.

POR EJEMPLO, a su jefe de gabinete, Alberto Lamas, lo puso a coordinar las campañas. A su secretario de Finanzas, Ricardo Villanueva, lo hizo candidato a la alcaldía de Guadalajara; y a Zapopan mandó a Salvador Rizo, quien estaba en la Secretaría de Desarrollo Social.

PESE A ese...

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