TEMPLO MAYOR

AutorF. Bartolomé

EL HOMBRE del momento es el coordinador del PRD en el Senado, Carlos Navarrete, quien está metido hasta las chanclas en los dos temas que ocuparán la atención de los políticos este fin de semana.

EL PERREDISTA tiene en una mano la llave para abrir los candados puestos a las Cámaras con motivo del debate sobre el debate de la reforma petrolera.

LO QUE tiene que hacer es convencer a su fracción -y a Andrés Manuel López Obrador- de aceptar el formato de discusión propuesto por el PAN.

NOMÁS que con la otra mano anda operando con su corriente Nueva Izquierda y su candidato a la presidencia perredista, Jesús Ortega, en el marco del Consejo Nacional de ese partido que inicia hoy.

Y TODO indica que la prioridad de Navarrete -al menos durante este fin de semana- es el conflicto partidista y no el secuestro legislativo.

QUIZÁS alguien debería de explicarle que no se puede repicar la campana y andar en la procesión... sobre todo cuando la dieta que recibe puntualmente cada mes y que se paga con los impuestos de los mexicanos es por hacer lo primero, antes que lo segundo.

EL QUE ACABÓ sentado en el rincón viendo hacia la pared y con orejas de burro fue el desde ayer ex coordinador de Nueva Alianza en la Cámara de Diputados Miguel Ángel Jiménez.

Y AUNQUE clama a los cuatro vientos que le quitaron el cargo por haber brindado su decidido apoyo a la reforma petrolera, lo cierto es que lo castigó la profesora Elba Esther Gordillo.

CUENTAN que Jiménez hizo enojar a su maestra por andar negociando por su cuenta y riesgo con sus amigos, como el actual secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero -quien fue su roommate cuando estudió en el extranjero-...

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