Templo Mayor

AutorF. Bartolomé

LA GUERRA contra el narcotráfico no está exenta de enredos políticos como el que parece que se está armando en torno a un equipo estadounidense que se usará en México para espiar al crimen organizado.

ESTE MES, se reveló que Estados Unidos iba a proveer a las autoridades mexicanas con equipo sofisticado de espionaje como el que en otras épocas se le dio a Colombia para enfrentar al narco.

AL DÍA SIGUIENTE, el embajador mexicano en Washington, Arturo Sarukhán, se apresuró a decir que tal equipo había sido comprado por México y no donado por los vecinos.

Y ESTE viernes Los Angeles Times publicó un reportaje donde hace referencia a ese plan y señala que el equipo "fue pagado por el Departamento de Estado de Estados Unidos" a la empresa Verint Systems.

LO QUE NO se entiende es qué hay de malo en aceptar que se recibió ayuda del extranjero, especialmente si se trata de tener mejor tecnología para combatir al narco.

SOBRE TODO cuando está el ejemplo de Colombia, que tras recibir billones en ayuda anticrimen tuvo éxito, mientras que la diplomacia mexicana se apena por unos cuantos miles de dólares.

DOS SECRETARIOS del DF demostraron que son muy apegados a la legalidad... pero poco dados a la acción.

EL TITULAR de Setravi, Armando Quintero, interpuso una denuncia de hechos en contra de su hermano José Guadalupe por venderle amparos a taxistas piratas.

Y AUNQUE armó un drama tipo Caín y Abel, sus inspectores no detuvieron a los choferes de la agrupación denunciada y las oficinas de los piratas siguen operando.

EL SECRETARIO de Seguridad Pública, Joel Ortega, denunció a los "coyotes" que venden amparos a los conductores ebrios cachados por el alcoholímetro... pero tampoco los detuvo.

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