Templo Mayor

AutorF. Bartolomé

DICEN que el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, quiere ser como Eliot Ness... aunque sea Región 4.

Y NO SÓLO porque esta semana llegó un día a su mañanera enfundado en una gabardina color beige como la que usaba el líder de "Los Intocables".

MÁS ALLÁ del look, Marcelo quiere combatir al narcotráfico con una receta similar a la que usó el afamado policía de Chicago contra Al Capone, quien fue a la cárcel por evasión de impuestos y no por tráfico de alcohol, extorsión y asesinato.

LO QUE PROPONE Ebrard es pegarles a los narcos en donde más les duele: en la cartera.

PARA ESO, quiere que la Secretaría de Hacienda le facilite datos financieros que permitan cortarles a los delincuentes los flujos de dinero e incluso decomisarles propiedades.

FALTA VER si la gente de Agustín Carstens apoya la idea del perredista y le da la información que Ebrard les va a pedir oficialmente mañana lunes.

EN LA VOTACIÓN para elegir el nuevo presidente de la Suprema Corte que se dio esta semana todo indica que las "nuevas generaciones" le dieron el triunfo a un representante de la más añeja tradición judicial.

AUNQUE EL VOTO fue secreto, dicen que al menos tres de los cuatro ministros que llegaron a partir del 2003 se inclinaron por el ganador Guillermo Ortiz Mayagoitia.

EN LOS PASILLOS de la Corte, se especula que José Ramón Cossío, Margarita Luna y el "benjamín" de la Corte, Fernando Franco, le dieron los votos decisivos, sumados probablemente a los de Mariano Azuela, Salvador Aguirre y el del propio Ortiz.

DE LOS NUEVOS, el que no estuvo claro por quién votó fue Sergio Valls.

PUDO HABER sido por Ortiz o hasta por Juan Silva Meza, quien tuvo tres sufragios. Si fue así, aún quedaría la incógnita sobre quién le dio a Valls...

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