Sin temor a axhibir corrupción e impunidad
| Autor | Marcela Turati |
Al redactar la nueva carta pastoral, a los obispos no les tembló la mano para describir a las estructuras mexicanas como antidemocráticas, fraudulentas, obsoletas, injustas y deterioradas por la corrupción, la impunidad y el autoritarismo.
Ese es sólo un ejemplo del contenido crítico de la carta pastoral "Del Encuentro con Jesucristo a la Solidaridad con Todos", aprobada por una abrumadora mayoría de la Conferencia del Episcopado Mexicano, conformada por 120 Obispos, de los cuáles el 75 por ciento fue designado por el ex Nuncio Girolamo Prigione, hombre conservador y cercano al poder.
"Mucha gente no se esperaba esto", reconoce el Sacerdote Alberto Athié, uno de los encargados del documento, "no se esperaba que los Obispos pudieran sacar el documento, tan es así que la lectura de los medios era que iba a tronar, que no iba a llegar, que había un espantoso jaloneo dentro (del Episcopado), que nunca se iban a poner de acuerdo, que Luis Morales tenía un problema encima enorme porque no lograba conciliar.
"Y no fue cierto. Adentro hubo muchas aportaciones de los Obispos, cerca de mil, pero en un proceso creciente de aceptación y no de: 'oigan, ¿esto a dónde nos va a llevar?'. Hubo un ambiente general de vamos bien y es por aquí", dice el Sacerdote que hasta noviembre dirigió Cáritas Mexicana y fue secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
El sacerdote dice que el documento delinea el perfil de los Obispos mexicanos y los describe así:
"Están conscientes de la pluralidad que vive el país, de la transición en la que encuentra la nación, están conscientes y se identifican con los problemas intraeclesiales, y están deseosos de contribuir a consolidar a la nación a través de los procesos que hay que fortalecer".
En entrevista, Alberto Athié y Rodrigo Guerra -designados por la CEM coordinadores del documento elaborado con base en consultas a políticos, religiosos de otros credos, empresarios, activistas, indígenas, hombres de la Iglesia e intelectuales-, aseguran que ningún tema fue censurado del primer borrador que se presentó a los Obispos, aunque reconocen que las críticas "duras" o "drásticas" se matizaron.
Los entrevistados niegan que el documento se haya planeado pensando en el año electoral, a pesar de que la tercera parte de la carta pastoral condena las mentiras electorales, señala la necesidad de una alternancia democrática, habla de la política como camino privilegiado de santificación y del pecado del fraude...
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