Temoaya: Tierra de otomíes
| Autor | Eduardo Velasco |
TEMOAYA.- La historia y tradiciones milenarias del pueblo otomí se pueden apreciar en el municipio de Temoaya, territorio donde existe uno de los centros ceremoniales más importantes de la entidad, además de la presencia de artesanos que con sus manos e ingenio mantienen viva la tradición del tapete elaborado de manera antigua.
Hace ya varias generaciones, los antiguos otomíes arribaron a la región para establecerse como una de las etnias de mayor representación en la entidad, por su número de habitantes y por el arraigo expresado en sus ceremonias, danzas, vestimentas y rituales que se pueden admirar durante los equinoccios y el día de muertos.
Ubicado en el noroeste de la entidad, a 14 kilómetros de la Ciudad de Toluca, la singular comarca de Temoaya brinda una diversidad de paisajes naturales, además de la imponente infraestructura que compone el Centro Ceremonial Otomí, construido en 1980.
El Cerro de Catedral, de importancia histórica para el pueblo indígena, da cabida al centro ceremonial que se encuentra a 12 kilómetros de la cabecera municipal.
Este espacio, dedicado a los antiguos dioses otomanos, es actual punto de reunión, no sólo de la comunidad indígena de la región, sino de los diversos grupos étnicos de la entidad, que confluyen en diversas festividades del año.
La entrada del equinoccio de primavera y de invierno son las dos fechas más importantes para los integrantes de la cultura otomí, donde los jefes supremos en compañía del pueblo se reúnen para dar gracias a las deidades protectoras de los puntos cardinales y al Dios sol.
El centro se caracteriza por la belleza del paisaje, sus edificaciones, plazas, escalinatas, esculturas, murales realizados en piedra y monumentos estilizados, envueltos en simbolismo histórico y religioso.
El lugar se ubica en medio de áreas verdes y tupidos bosques; una parte del recinto fue asignada al desarrollo de atletas de alto rendimiento, pues su altura y su localización, lejos de la contaminación y en estrecho contacto con la naturaleza, resulta idóneo para el desarrollo físico de los deportistas.
Como parte viva de la cultura, el centro cuenta con un mercado de artesanías donde se pueden adquirir diversos productos realizados en barro, madera y lana, provenientes de municipios de Metepec, San Antonio la Isla, y Santiago Tianguistenco, respectivamente.
Los fines de semana, como señala Doña Juana Gómez, quien atiende un puesto de quesadillas en el interior, son los días que más gente asiste...
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