La temible letra (I)

"La letra", esa frase se pronunciaba en susurros y su sola alusión causaba temor entre enemigos y fuerzas del orden por igual.

¿Cuál es el origen de tan peculiar nombre? Nadie lo sabe a ciencia cierta, aunque existen distintas versiones.

Unos señalan que provenía de un tipo de camuflaje conocido como Azul Zeta. Otros que fue en honor a su fundador, Arturo Guzmán Decena, cuyo nombre operativo en el Ejército habría sido Z-1.

Pero la hipótesis más aceptada entre muchas fuentes policiales es un poco más prosaica y viene de la serie de circunstancias que propiciarían la fundación de uno de los grupos de gatilleros más sanguinarios en la historia de México.

El 2 de diciembre de 1996, el General Jesús Gutiérrez Rebollo fue nombrado jefe del desaparecido Instituto Nacional de Combate a las Drogas (INCD) en un intento por militarizar la justicia civil bajo la creencia de que los integrantes del Ejército eran incorruptibles, una percepción errónea como demostraría el arresto del General por proteger a Amado Carrillo y por lo que vendría a continuación.

Ciertamente eso no lo podía saber el entonces Procurador Jorge Madrazo, cuando anunció que militares pasarían a las Bases de Intercepción Terrestre de la PGR.

Para el 24 de enero de 1997, se anunció la llegada de jefes militares a las delegaciones de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua y Tamaulipas.

Desde entonces y hasta la fecha, la PGR utiliza dos claves operativas para referirse a los altos mandos de los agentes investigadores, ya fuera de la Policía Judicial Federal, la AFI o la actual Agencia de Investigación Criminal.

Una es la de "Yanqui", para identificar al jefe máximo de los agentes federales en las delegaciones estatales, mientras que "Equis-1" es su segundo al mando, el supervisor operativo.

Los militares enviados a cumplir el trabajo policial que no hacían los civiles, cuentan las fuentes, no estaban obligados a reportarse ni seguir órdenes del "Yanqui" o del "Equis-1", debido a que se consideraba que todos estos mandos estaban corrompidos por el narco.

Así que los soldados tenían libertad de...

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