Teletrabajo: Una nueva alternativa laboral

AutorRebeca Céspedes

Hasta hace poco más de siete meses Eduardo Graff, responsable de sistemas de información para recursos humanos para América Latina y Brasil de Nortel Network, tardaba diariamente noventa minutos desde Interlomas en llegar a su oficina en Insurgentes Sur y el mismo tiempo para regresar.

Hoy emplea esos 180 minutos en trabajo más productivo, desde su casa, haciendo lo mismo para la compañía.

Eduardo Graff forma parte de un sector de profesionistas que en México y el mundo se están incorporando a un nuevo ritmo de trabajo, a distancia y con buenos resultados.

Una encuesta interna de Nortel Networks, efectuada en el 2000, señala que la productividad y satisfacción de teletrabajadores se incrementó significativamente.

"La productividad se ha incrementado constantemente 20 por ciento en promedio durante los últimos pares de años debido a: Pocas interrupciones y una capacidad creciente de concentración por períodos más largos lejos de ëdistraccionesí de una oficina ocupada.

"Una capacidad al trabajo que se intensifica a nivel personal en momento máximos, el establecimiento de demandas personales de trabajo dando por resultado un mejor manejo del tiempo, y el diseño de un entorno de trabajo que satisface al mismo las necesidades laborales y el estilo personal".

En México, si bien, el desarrollo del teletrabajo está en una etapa incipiente, tan es así que aún no existen estadísticas oficiales del número de teletrabajadores en el país, cada vez son más el número de empresas vinculadas principalmente con el sector telecomunicaciones que experimentan esta alternativa.

En Estados Unidos, el Departamento del Trabajo estima que en la actualidad existen entre 13 y 19 millones de teletrabajadores en el país.

La globalización y el uso de las nuevos tecnologías al límite está orientando rápidamente un cambio en los esquemas tradicionales del contrato laboral a nivel mundial, en donde para las empresas ya no será tan importante la presencia "física" durante un número determinado de horas, sino la consecución de objetivos.

"Hay que vencer con el síndrome de que me deben ver en mi oficina trabaje o no trabaje, así esté en Internet, leyendo el periódico o cuadrando mi cuenta de cheque", comentó Graff.

El perfil del teletrabajador, agregó, parte de la disciplina y en el cumplimiento de parámetros de productividad establecidos con el superior.

Usualmente el día de Eduardo inicia con juntas en línea o telefónicas con sus similares en las divisiones de otros países...

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