Hasta Tecos les gana

AutorMiguel Angel Briseño

En uno de tantos centros imprecisos que mandaron los carriles de Pumas, Marco Palacios se quedó corto, el balón fue interceptado por el arquero Jesús Corona, y en su desesperación, el "Pikolín" le soltó un manotazo a Diego Colotto con el que descargó toda la impotencia que lleva en su espalda el ataque universitario.

La expulsión de Palacios al 75' fue el cerrojo a una actuación deplorable de la ofensiva auriazul, incapaz de revertir la tempranera anotación de Tecos al 8', que terminó dándole oxígeno a Eduardo Acevedo al quebrar una racha de seis caídas al hilo.

Centros pasados, tiros de esquina que se quedaron cortos, disparos a los postes y una inexistente sincronización de sus miembros fueron los lugares comunes de la ofensiva puma, la peor del futbol mexicano y única del torneo con un solo dígito en su registro.

En su regreso a la titularidad, Bruno Marioni tampoco pudo remediar el desastre, pues a pesar de salir enjundioso, estrelló una en el poste y jamás se entendió con Palacios en el primer encuentro que juegan juntos desde el inicio.

Para colmo, ayer regresaron a CU los reclamos que se habían extinguido la semana pasada con el triunfo ante Morelia. El grito de "¡Pinches huevones!" reapareció en el Olímpico y lo peor es que esta vez la propia directiva universitaria reconoció la legitimidad de la exigencia al admitir que no todos los Pumas corrieron parejo.

Un chispazo de Tecos fue suficiente para acabar con semanas de tortura. El joven Samuel Ochoa clavó un testarazo al principio del encuentro para acabar con la virginidad de la portería de Bernal en CU y "sanseacabó".

Es más, los Tecos soportaron que su "10" se sentía "1000" y no aportó ni un ápice de esfuerzo para colaborar en el triunfo. Ayer, Daniel Ludueña estuvo muy lejos de ser el genio que ha conquistado prestigio en el futbol mexicano y se dedicó a flotar en media cancha sin marcar a nadie y sin crear alguna oportunidad de peligro.

En contraparte, a Leandro Augusto ya le encantó ser el alma de Pumas y es uno de los pocos que todavía enamoran a sus seguidores.

Saliendo del estadio, en el semivacío autobús de Pumas, Marco Palacios mostraba una cara más larga que el Circuito Universitario. No era para menos. Esa frustración es el reflejo de los Pumas del Clausura 2006.

UNAM 0-1 UAG

GOL

0-1 (8') Samuel Ochoa con certero cabezazo deja sin oportunidad a Sergio Bernal, tras un centro por la izquierda de Carlos Casartelli.

AMONESTADOS

UNAM: G. Galindo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR