Escenarios/ El teatro en México en el 99 (III)
| Autor | Luz Emilia Aguilar Zinser |
(Tercera y última parte)
En una ciudad con cerca de 20 millones de habitantes, en que se estrenan al año cuando menos 100 puestas en escena, asombra la escasa afluencia de alternativas para ver desde aquí lo que ocurre en el mundo.
Durante 1999 se celebraron festivales internacionales que trajeron de fuera grupos de teatro. El primero en llegar fue el del Centro Histórico de la Ciudad de México, que alcanzó su XV edición. En ese marco se presentaron 4 puestas en escena nacionales-- las que ya mencioné en su mayoría--, 2 extranjeras y una mixta. La mejor oferta fue Leitmotiv, del grupo canadiense Le Deux Mondes, que echa mano de recursos multimedia en un riguroso, decantado lenguaje plástico y teatral, que contrastó con las ofertas mexicanas por esa vía, anegadas en un atraso notable del manejo de su tecnología.
Biuro Podrozy, de Polonia, representa una corriente de teatro que trabaja en grupo, para plazas, calles. Con su espectáculo Carmen Fúnebre, emprende una sentida denuncia de las atrocidades de la guerra. Las Horas de Belén, fue la producción México-estadounidense, en la que participaron el conocido y celebrado grupo Mabou-Mines, Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe, con un espectáculo de cámara, de corte feminista y lenguaje experimental.
El Festival Internacional Cervantino, antaño una fuente amplia y variada para asomarnos al mundo, en su XXVII edición trajo a la Ciudad de México Orfeo, de los canadienses Michel Lemieux y Victor Pilon, de asombroso desarrollo técnico y un concepto más efectista que teatral; y una convencional Orestiada de Esquilo, con el Teatro Libre de Colombia. El platillo fuerte se quedó en Guanajuato, con la presentación del extraordinario teatrista estadounidense Robert Wilson y su breve Perséfone. También allá se pudo ver Hic-Hoc, de la Compagnie Jerome Thomas, con un espectáculo de manipulación de objetos.
En abril tuvo lugar el ya tradicional Festival Internacional de Teatro de Títeres, en el Teatro de las Artes, en su XII edición.
Como parte de la programación de del 2o Encuentro Internacional de Teatro del Cuerpo, el teatrista japonés, Joshi Oida, miembro del Centro Internacional de Experimentación Teatral en París, encabezado por Peter Brook, vino a dar un taller y a presentar un sencillo y enigmático espectáculo unipersonal, Interrogaciones, Palabras de los Maestros Zen, con música en vivo de Wolf-Dieter Trustedt.
Cuando la Vida Eterna se Acabe, del grupo La Zaranda, Teatro Inestable de Andalucía la Baja...
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