La Tarea

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)El erotismo en el embarazoLa vida sexual de una pareja cambia desde el momento de la gestación de un hijo, pero sabiéndolo llevar debe enriquecer el placer eróticoCecilia RosilloEL UNIVERSALUn bebé viene en camino y a ti te pasan miles de ideas al respecto por la cabeza, pero entre las últimas están el que el embarazo puede ser erótico. Más bien lo ves como el final de esa etapa en la que junto con tu pareja disfrutaban de momentos muy cachondos, llenos de pasión desenfrenada y locuras por hacer.Y es que la llegada de un hijo puede modificar de un momento a otro gran parte de las concepciones que tenemos respecto al sexo. Pese a la cantidad de cosas que hemos oído sobre que el sexo en el embarazo debe seguir siendo una práctica normal, la pareja la vive definitivamente con cambios.Los primeros son de tipo hormonal, la mayoría de los estudios al respecto señalan que en el primer trimestre de embarazo cuando éste no se nota o es apenas notorio, la mujer experimenta una baja en el deseo sexual debido a que su cerebro está enfocado a la producción de hormonas capaces de formar al ser humano engendrado; sin embargo, algunas mujeres refieren en las consultas médicas que su libido aumentó en esta etapa, ya que en ciertos casos, como es la gestación de un bebé varón, el aumento de testosterona (hormona que se produce en mayor cantidad para dar sus características masculinas al niño) afecta también a la madre, ésta es la responsable del deseo sexual en ambos sexos.Los hombres en su mayoría mantienen su nivel de apetito sexual en este periodo, pero a partir del segundo trimestre los cambios en ambas partes de la pareja vuelven a presentarse; mientras la mujer, al estar más tranquila por haber superado los meses considerados más críticos, en los cuales se presentan los abortos espontáneos o riesgos de formación en el embrión, se siente con mejor ánimo para el sexo, mientras el hombre al notar el vientre hinchado puede experimentar una baja en su deseo sexual por temor a lastimar, ya sea al bebé o a la madre.Y es justamente el aspecto físico lo que hace que el erotismo se salga por la ventana. Una mujer que vive su embarazo de manera mortificada, que no se agrada por verse hinchada o "gorda" tiene muchas menos posibilidades de trasmitir un erotismo genuino a su pareja. Por el contrario, aquellas que aceptan este estado con una actitud abierta y sin complejo pueden ofrecer a sus compañeros...

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